Abrí los ojos con dificultad después de sentir el agarré cálido de Draco que se aferraba a mis caderas mientras yo lo tomaba de la mano.
Miré en dirección a la cama de Pansy que para este punto ya se hallaba vacía. Intenté despegarme de la cama suavemente para no despertar a Draco pero mis esfuerzos habían sido completamente inútiles cuando por la puerta cruzaron Pansy acompañada de Theodore y Blaise.—¡Buenos días!— dijo enérgicamente Blaise mientras formaba aplausos con sus manos.
—Vaya...—habló Pansy abriendo los ojos para expresar su sorpresa al vernos de esta manera.
—¡Cállense!—susurré al notar que Draco aún seguía profundamente dormido.
Pero definitivamente Theodore no haría caso a mi petición.—¿!Qué está pasando!?—alzó la voz logrando que Draco despertara sobresaltado separándose rápidamente de mí.
—¡Nada nada!—respondimos al mismo tiempo.
—Theodore, no pasó nada.— habló Draco esta vez más calmado con los ojos cansados mientras se colocaba los zapatos a la orilla de la cama.
—¡Maldita sea! Es en serio t/n, ¿no te bastó con ese maldito traidor de la sangre? Eres una...—escupió.
—¡Theodore, fue suficiente! Yo estuve aquí toda la noche y no paso nada—Blaise lo interrumpió antes de que dijera algo más.
—¡vete a la mierda, Theo!—hablé con dificultad por el nudo que se había formado en mi garganta antes de salir rápidamente de la habitación.
—¡T/n!— Draco salió tras de mí logrando tomarme del brazo.—no le des importancia...—me miró con lastima.
—solo déjame salir de aquí.— dije con la voz entrecortada mientras las lagrimas humedecían mis mejillas.
Draco me miró en silencio una última vez aflojando su agarré.
Theodore solía ser muy hiriente en algunas ocasiones y aunque probablemente solo se "preocupaba" siempre terminaba haciéndome daño con sus palabras.
Después de caminar un largo rato por los pasillos el frío y la humedad que comenzaron a penetrar en mis huesos me hicieron percatar que había salido solo con una camiseta, unos pantaloncillos cortos y un par de calcetines.
Carajo carajo, maldecí entre dientes...rogando no toparme con nadie pero era claro que nada podía salirme bien cuando oí llamar mi nombre.—T/n ¿estás bien?— se trataba de George que a diferencia mía traía un cálido sweater verde junto a unos jeans color café claro.
Lo miré a los ojos permaneciendo en silencio tratando de soltar alguna palabra, pero me resultó imposible.
—demonios, te debes estar congelando.—me escaneo con la mirada y se quitó el sweater rápidamente para entregármelo quedando solo con una remera.
—gracias George...— no dude en ponerme el sweater inmediatamente para sentir su calor, tenía casi el mismo aroma a Fred, canela, madera fresca, colonia y un aroma agradable que me resultaba difícil distinguir.
—¿quieres hablar?— preguntó con una expresión de preocupación en su rostro.
dudé un poco antes de darle una respuesta.
—esta bien, pero no aquí...—
—¡ya se! voy a enseñarte algo genial.— dijo el pelirrojo tomándome de la mano para llevarme a un rincón donde se encontraba una tétrica estatua con forma de jabalí.—bien ¿estás lista?— me miró con entusiasmo.
—George lo lamento pero no creo que este sea el mejor lugar...—confesé.
—pequeña no nos quedaremos aquí, no vayas a decirle a nadie sobre esto, es uno de los secretos mejor guardado.— sonrió con picardía y tiró de uno de los colmillos del jabalí que pronto hizo que el bloque de piedras en la pared se abriera formando un pasadizo.
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𝚆𝙰𝙽𝙽𝙰 𝙱𝙴 𝚈𝙾𝚄𝚁𝚂
Fanfiction𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒅𝒂𝒓𝒍𝒆𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒂𝒓𝒍𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒇𝒂𝒏𝒄𝒊𝒄. 𝑬𝒔𝒕𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒋𝒂𝒓 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒅𝒆𝒂𝒔 𝒚 𝒔𝒖𝒆𝒏...