❛ :: 𝗣𝗘𝗞𝗜𝗧𝗔𝗦 ⇐🥨 (DESCONTINUADA)
━Felix era como un pequeño rayo de luz que llegaba cada vez que alguien lo necesitaba. Era esa pequeña estrella que se veía en la noche a pesar de que todo era oscuro. Era lo que me hacía ver lo bueno de las c...
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YOONA HABIA TERMINADO DE PINTARSE LOS LABIOS Y SONREÍA AL VERSE AL ESPEJO. Se sentía bonita, y eso le hizo ver el momento aún mejor. Felix se lavaba los dientes, y los nervios le golpeaban fuertemente. No era la primera vez que salía con ella, pero aún así... ¿qué pasaría esta vez?
Camino a la sala con su bolso en su hombro izquierdo y espero al pelinegro, que aún seguía encerrado en el baño.
─¿Listo?─le pregunto Yoona emocionada. Desde muy niña fue fan de los parques y ferias.
Felix asintió, no dijo muchas palabras puesto a que se había quedado pasmado viendo a la chica. Salieron de su apartamento y subieron al auto.
Mientras Felix mantenía su vista en el camino, Yoona miraba su celular. Sonrió al sentir el auto parar, habían llegado.
Felix bajo y corrió para abrirle la puerta.
─Que caballeroso.─lo miro divertida.
Caminaron hacia la entrada, donde Felix se distrajo mirando unos niños que peleaban.
"Click"
Se giró a mirar a la castaña, que apuntalaba con la cámara de su celular hacia el. Le había tomado una foto desprevenido.
─¡Hey!
─Oops.─río. Lo tomó de la mano y lo jalo a adentro.─¡Vamos a la montaña rusa!─gritó emocionada. Corriendo hacia los juegos como niña pequeña.
Felix, como si fuera un perro para seguir instrucciones; corrió detrás de ella.
─Dos personas.─le dijo al muchacho que se encargado de los tiquetes.
Se sentó y lo miro, tomando su mano.
─¿Estas emocionado?─le pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.
─Si...muy emocionado─trago en seco mirando hacia abajo. Cerró sus ojos fuertemente, tomando la mano de la castaña.
Felix se sujetó a la barra con todas sus fuerzas, sintiendo como su cuerpo se balanceaba violentamente con la máquina. Los gritos de Yoona parecían que no le daban alguna ayuda, pero eso no le importaba en este momento. Apretó su mano fuertemente, con tanta fuerza que temía quebrarla, sin embargo, estaba dispuesto a todo por la chica que tanto amaba. ¿Será así el amor, para pasar por tanto solo por la persona que quieres?
Escucho una voz a lo lejos.
¿Dios?
─¡¿Felix?!─gritó Yoona moviéndolos por los hombros. Abrió sus ojos de golpe, sintiendo varias miradas encima.─Te desmayaste por unos segundos, ¿estás bien?─las mejillas del mayor se acoloraron. ¡Que vergüenza!
─Lo siento.─se disculpó con las personas que esperaban subir al juego. Sintió la mirada preocupada de Yoona.
─Ven, vamos por algo dulce. Eso te ayudará.─lo tomó de la mano, con miedo de que se cayera al suelo de lo débil que estaba.
Felix sugirió ir por unas manzanas acarameladas.
─Gracias.─Yoona tomó las dos manzanas y le entregó una a su amigo.
─"Atención a todas las parejas, vengan y acompáñenme en este viaje del amor. ¡No tengan miedo!─gritó un hombre vestido de cupido. Yoona intento no reír, pero fallo, captando la atención de cupido.
─Ustedes dos.─los señaló.─Perfecto suban.
─N-nosotros no somo ─Felix la interrumpió obligándola a subir al tren que los llevaba a un túnel.
─Subiremos, ¡Gracias cupido!
Yoona soltó una carcajada luego de sentarse. Se giró a mirar a Félix que aún comía su manzana.
El recorrido comenzó. Habían luces rojas y rosas, con corazones por todos lados. Pasaron por una parte donde habían conejos de madera gigantes simulando saltar. También había un cupido gigante que los apuntaba con una flecha, como si los quisiera enamorar.
Entraron a una parte donde habían sólo luces rojas y velas por todos lados, como si fuera una cena elegante.
Felix se giró a ver a Yoona subiendo las cejas. Yoona le pegó en el brazo divertida.
De la nada estaban los dos solos. Las luces de la escena resplandecieron en el rostro de Yoona, y su sonrisa irradiaba su belleza. Era como si ella, su persona, resplandeciera más allá del lugar o la situación. Era como si su luz interior pudiera iluminar cualquier lugar a su alrededor.
El viaje terminó, Félix la ayudó a salir del tren.
─¿Hice bien mi trabajo?─preguntó el hombre cupido.
Yoona comenzó a reír y negó.
─¿Está usted seguro de que no es el verdadero cupido? Acabo de caer ante esta hermosa chica.─dijo Félix abrazando la cintura de Yoona.
Las mejillas de la contraria se tornaron de color carmesí. El contacto repentino la había puesto nerviosa.
El hombre mayor rio e hizo un gesto con su mano. Los miro alejarse y susurro para si mismo "Que lindas son las personas enamoradas"
