FOUR

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Estar empezando mal el día unas cuantas veces es soportable, pero que pase seguido, creo que ya es mala suerte

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Estar empezando mal el día unas cuantas veces es soportable, pero que pase seguido, creo que ya es mala suerte.

Noah se levantó de la cama con el pie izquierdo, todo estaba mal, se tropezó con uno de sus zapatillas que tenía por ahí, le había salido una espinilla en la frente y se despertó hinchada. Su madre al verla casi le daba un infarto, luego de caída que tuvo le salió un pequeño moretón en su rodilla derecha; dolía.

—Como que te has levantado con el pie izquierdo. —su padre comentó burlón con una tasa de café en su mano.

—No es gracioso, me duele todo. —su madre le había echado una pomada en su moretón, una crema para la espinilla de su frente y le entregó una bolsa de hielo para bajar la hinchazón de su rostro.

—Menos mal que tienes asueto por un día, sino te verían con esa horrible cosa en la cara y dirán muchas cosas de ello. —rodé los ojos por el comentario de su madre.

La universidad había hecho un día de asueto por eventos importantes que tenían con otras universidades que no es nada académico.

—Cariño, no es tan grave. A cualquier persona le puede salir una espinilla en el rostro. —tomó un croissant de mantequilla.

—Gracias. —hablo con sarcasmo.

Se paró de la silla para ir a su habitación con dificultad y echarse en su cama y suspirar, por lo que le había pasando. Se sentó al borde su cama y mirando toda su habitación que se encontraba desordena.

La castaña debía de aprovechar el día para ordenar su habitación que no pudo hacer gracias a las actividades de la universidad. Además de que sería una buena distracción para dejar de pensar en su pequeña espinilla.

Noah se colocó sus audífonos para escuchar algo de música mientras que limpiaba cada pequeño rincón de su habitación y ver si puede desechar algo que ya no le sirve. Le bastaron tan solos dos horas para dejar todo el orden, cuando está escuchando algo que le gusta es una chica muy productiva que no se deja desconcentrar con facilidad.

—Veo que aprovechaste tu mañana, cariño. —apareció su madre apoyada en el marco de su habitación cruzada de brazos.

—Me asustaste. —se quitó sus audífonos con una sonrisa—Si, estaba hecho un desastre.

—¿Vas a desechar tu mantita favorita de los cinco años? —se acercó a una caja y la tomó para abrirla y verla detalladamente.

—Si, de hecho tenía pensado donarlo, creo que habrán personas que realmente sepan darle un buen uso. —miro con nostalgia todas sus cosas de su infancia.

—Mi linda niña, como has crecido. —se acercó para darle un abrazo y beso en su frente que no dudó en aceptar—Si gustas, tu padre puede llevarlo a una donación.

—No estaría mal. —se acomodó su cabello al separarse.

—Entonces, me lo llevo. —agarró la caja con cuidado de no romperse y salir de la habitación—Dentro de un rato va a estar el almuerzo, te aviso cuando esté listo.

SEVEN DAYS; JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora