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El tiempo puede pasar demasiado rápido.

Nadie se da cuenta de nada.

Él, lo único que quería es que se terminará su tortura o la "sanación" cómo lo llamaba el bicolor; tantas lágrimas derramadas, tantas súplicas, desde hace mucho quería salir, había pasado exactamente dos meses desde que regreso al Cielo, incontables veces que Shoto lo violó sin parar.

Su único momento de felicidad eran las noches, dónde en su segunda noche de estar ahí encerrado en su cuarto un cuervo negro, tan negro como la noche llegó a su ventana con una flor del Infierno en su pico, a partir de ese momento Izuku se ponía demasiado feliz al caer la noche, porque el cuervo le traía un recuerdo de abajo, donde muy seguramente el Rey estaba pensando en él.

Durante los dos meses guardaba las flores o pequeños regalos que el cuervo le traía, el era su única compañía, le contaba como era antes de aquella misión del One For All, de cómo fue que se sintió estando en el Infierno y de lo que sucedía en el transcurso de su día, y bueno, no había relato dónde no terminará llorando, suplicando que quería irse y claro, dándole una pequeña hoja con una nota para el Rey del infierno, con pocas palabras que decían mucho, siempre le decía al cuervo que se lo entregara directamente a Katsuki, el cuervo como si comprendiera lo que decía asentía con su cabeza.

Esa noche, Izuku esperaba porque llegara el cuervo, tenía una nota ya hecha pero a diferencia de las demás está tenía más palabras, en si, una carta, claro que las demás notas siempre tenían una respuesta, así como el mandaba pocas palabras que decían mucho, estás respuestas igual, así que para está carta era más que nada importante.

Así que dejo la nota cerca de la ventana que estaba abierta, mirando al cielo y tratando de escuchar a ver si llegaba su pequeño amigo, pero todo pensamiento fue interrumpido por unas náuseas, corrió al baño de la habitación y vómito, ya había pasado un mes desde que se sentía mal y que siempre vomitaba, no había comida que pudiera ingerir, solo comía fruta roja, desde fresas, manzanas, la sandía y un poco de picante, algo raro, pero siempre pedía las mismas cosas.

Cuando salió del baño limpiandose la boca después de lo sucedió, se dio cuenta que en la ventana su pequeño amigo estaba viéndolo con curiosidad.

- Hola, no escuche cuando llegaste - vio el cuervo que en sus ojos demostraban preocupación -  Así que me escuchaste vomitar...- 

El peliverde dio un suspiro mientras se acercaba a la ave, al estar cerca le acaricio la cabeza, hasta que vio la carta que había dejado - ¡Cierto! - dejo de acariciar a la ave para mostrarle la carta - Se que es mucho pedir y todos los favores que te he pedido, pero, ¿podrías dársela a Kacchan? - si. durante dos meses de comunicación por medio de notas pequeñas de pocas palabras le agarro cariño al a veces mal humorado Rey del Infierno.

El cuervo asintió con la cabeza, agarro la carta con su pico y la puso a un lado, Izuku vio que el ave se iba pero sin la carta y regreso, pero esta vez con una caja de forma rectangular, obviamente con una nota de Katsuki, con extrañeza el peliverde  tomo la carta y leyó el mensaje.

"Deku, necesito que sigas las instrucciones de la caja, cuando se hayan cumplido todas, que el cuervo este acompañándote para que no te sientas solo y tengas apoyo, me preocupa tu salud, por favor, hazlo.

KB".

Izuku se sonrojo un poco y sonrió, si bien casi no comía, su rostro más pálido, las ojeras y la sonrisa cansada que hizo ante la nota del peliceniza, aun así se podía apreciar su belleza, aunque le contara al cuervo las inseguridades que ahora tiene, dirigió su mirada al cuervo, este observo y poniendo atención de como es que en su mirada de manera silenciosa le deja pasar a la habitación.

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⏰ Última actualización: Sep 18, 2023 ⏰

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LUZ Y OSCURIDAD [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora