Ego (Naruto & Fem Naruto)

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Resumen:

Ego: del latín "yo"

A punto de volverse loco por el aburrimiento, Naruto obtiene la distracción que tanto deseaba en la forma de una niña pequeña que se parece sospechosamente a él.

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Naruto y por lo tanto todos los personajes son 7 años mayores que en el canon, de lo contrario la idea de esta historia no sería tan entrañable.

La pequeña Naruko tiene poco menos de 5 años.

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Ese definitivamente no ha sido su día, o su semana, o su mes, para el caso. Desde que ese idiota pervertido lo dejó a su suerte en algún pueblo en medio de la nada, en algún lugar del país del Té, el aburrimiento ha estado acabando lentamente, tan agonizantemente con su paciencia. Sin tener nada interesante que hacer desde hace más de dos semanas, está a punto de volverse loco.

Salió del pequeño pueblo costero, tan pequeño que es posible que ni siquiera aparezca en los mapas menos detallados, en dirección hacia el bosque que lo rodea desde el oeste, como cada mañana hasta ahora, para poder realizar al menos su rutina diaria de ejercicios básicos, sin interrupciones y sobre todo para poder sacar lo peor de su frustración sin asustar a la gente del pueblo.

La realidad es que más bien esto se ha estado volviendo contraproducente desde el último par de días, y no tiene idea de qué otra cosa hacer o cómo tratar de distraerse. Y lo peor de todo es que ni siquiera le dijo cuánto tiempo tardaría ni le dio alguna instrucción de qué hacer mientras tanto.

Estando al borde de la absoluta irritación, no es de sorprender que casi, y casi siendo la palabra clave, se perdiera la advertencia que sus instintos le dan tan repentinamente.

Apenas logra reaccionar a tiempo y saltar hasta la copa de un árbol y luego aún más arriba, para atrapar a la diminuta, y dioses, que es realmente diminuta, figura que sólo los dioses saben cómo llegó a caer del cielo, literalmente.

La pequeña niña, de cuatro, o tal vez cinco años (no es muy bueno con las edades de los niños), está temblando entre sus brazos, aferrándose a su camisa, enterrando su cara contra esta y mojándola con sus lágrimas, absolutamente aterrada por lo que acaba de pasar, algo que ni siquiera él mismo ha podido procesar del todo, pero la abraza para intentar tranquilizarla porque no es como si pudiera hacer mucho más que eso.

Ni siquiera piensa en cuestionarse cómo llegó allí o por qué, pero piensa que es una verdadera suerte que él hubiera estado cerca para salvarla. Es decir, una caída desde esa altura y a esa velocidad definitivamente la hubiera matado, y jamás habría podido perdonarse a sí mismo.

-Oye, oye ¿estás bien? -, si pudiera darse un golpe en la cabeza ahora mismo lo haría, porque por supuesto que no lo está. Ella, sin embargo, hace un esfuerzo visible para parecer valiente y asiente a pesar de los sollozos, aún sin atreverse a levantar la cara. En cualquier otro momento esto le habría parecido realmente adorable, pero ahora mismo sólo puede sentir una gran preocupación por toda la situación.

-¿Sabes qué pasó? -, su intensa negación sacude sus largas coletas, de un ardiente color rojo. Ese es un cabello muy bonito, piensa. Ante este pensamiento al azar, él mismo sacude su cabeza en un intento por despejarse y concentrarse en lo que realmente importa. Si ni siquiera puede responder una pregunta tan fundamental, es poco probable que pueda descubrir más, por lo que decide que será mejor intentar otra cosa.

-¿Cuál es tu nombre, pequeña? -, esa es una buena primera pregunta, ¿no?... o tercera, lo que sea. Realmente no tiene idea de qué está haciendo, pero necesita distraerla lo suficiente para que al menos deje de esconderse contra su camisa.

Naruto: Colección de historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora