Reflejos.

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Yo soy el reflejo de Claudia.

Cada mañana, Claudia se levanta y entra en el cuarto de baño.

...Y hace muecas

Estoy tan cansada de las muecas. Las hace por lo menos durante media hora. Muecas burlonas, ridículas. No tengo más remedio que imitar todas sus acciones, aunque por dentro estoy hirviendo de ira.

Ella hace todo esto todos los días... Bueno, lo hacía.

Una mañana se despertó como de costumbre, y entró en el cuarto de baño.

Esa mañana, involuntariamente, cogió unas tijeras, las apretó fuertemente y las alzó.

...Esa mañana, totalmente en contra de su voluntad, Claudia se clavó con fuerza las tijeras directamente en su ojo derecho.

Claudia gritó y gritó. Yo gritaba y gritaba, con una diferencia.

Yo no puedo imitar su dolor.

Solo su rostro.

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