Minirelatos de terror

El link.

Siempre me ha gustado quedarme solo en mi casa, no haciendo nada, más que ver la tele, o hablar con mis amigos por teléfono o jugar con mi ordenador. Me gustaba explorar varías páginas de Internet, o simplemente ver imágenes.

Un día como cualquier otro, me quedé solo, después de que mi mamá me dijera "ya me voy, cualquier cosa me hablas por teléfono" y cerrara la puerta. Yo subí corriendo hacía mi cuarto a encender mi ordenador. Mientras esto pasaba, bajé para coger unas patatas y un refresco, y subí para seguir en lo que estaba haciendo. Cuando se encendió mi ordenador, fui directamente a revisar mi e-mal; había un correo de un amigo al que siempre le gustaba hacer bromas, o "cadenas" y siempre me mandaba muchas de ellas. Yo nunca les hacía caso, las eliminaba, pero cuando vi que el correo decía que había una página muy divertida, en la que podías encontrar de todo, yo, curioso de ver esa página, lo abrí. No recuerdo bien la dirección pero cuando la abrí aparecieron imágenes graciosas, también imágenes de caricaturas, como Bob Esponja o Los Simpson, y decía en la parte de arriba en letras grandes: "Aquí encontrarás muchas cosas para entretenerte". Estaba viendo más y más imágenes y en una descripción de una de las imágenes vi un dibujo borroso junto con un cartel que decía: "no abras esto". Yo, curioso, hice todo lo contrario y le di click. Cuando vi, era la misma página pero con otras imágenes en negro, pensé que sería algún tipo de error y decidí actualizar la página, pero cuando se actualizó, vi que las imágenes se veían muy borrosas. Volví a actualizar la página como otras 4 veces, y ahora podía ver las imágenes...

Eran unas imágenes de cuerpos de personas partidos, o con el estómago abierto, con las tripas por fuera. Habían muchas.

Estuve viendo varias de esas, cuando de repente encontré una foto de mí y de mi familia, sonriendo, me quedé sorprendido porque nadie de mi familia sabía sobre esa página. Y otro link decía: "ya no avances más", pero hice todo lo contrario y apareció la misma foto pero ahora con los estómagos abiertos, sin ojos, colgados.

Yo, en ese momento me espanté mucho y juré ya no volver a usar el ordenador.