➷ three

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—Nana, pásame la sal por favor.

Después de preparar la cena con Nana, una deliciosa lasaña, no tardó mucho tiempo en llegar el padre del rubio. Este lo recibió ayudándolo con su maletín y un suave abrazo como era de costumbre. Los tres no tardaron en sentarse a cenar en la mesa y hablar de su día.

—La lasaña les quedó deliciosa, SeungMin ha mejorado mucho en la cocina —el rubio sonrió orgulloso.

Esta era la rutina para cenar en la mayoría de días, dependía de a qué horas saldría el mayor del trabajo, si tenía una cena de negocios o si avisaba que no quería nada elaborado esa noche así que pediría algo de comida rápida.

—¿Qué tal la universidad? Ya solo te falta este año y te gradúas.

—Hasta el momento bien, no cambia mucho el hecho de que sea el último año —SeungMin miró disimuladamente a la mujer pidiendo de alguna manera que distrajera a su padre del tema de la universidad. Quería evitar a toda costa mencionar sobre las horas y el proyecto final, no quería dar explicaciones.

—DoYoung, ¿El negocio que mencionaste se logró?

La mayor había entendido por suerte, su padre no tardó en adentrarse en ese tema olvidándose del anterior.

En un momento el celular del rubio comenzó a sonar por lo que se dirigió a la cocina, dónde lo había dejado, y revisó de quién se trataba.

El número era desconocido por lo que pensó si debía contestar la llamada o no, al final lo hizo.

—¿Aló?

¿Hablo con Kim SeungMin-ssi? —La voz no tardó en ser reconocida por el rubio, se quedó unos segundos procesando si su cerebro había identificado bien a quién pertenecía—. ¿Es el número correcto? Habla Bang Chan.

—Oh sí, este es mi número.

Un leve suspiro se escucha al otro lado de la línea. —Antes que nada conseguí tu número con JiSung-ssi y bueno quería avisar que cambié de opinión respecto a lo de las escultura.

Una sonrisa de genuina alegría apareció en el rostro de SeungMin, al parecer no tendría que buscar otra opción. — ¿Entonces? –Preguntó con picardía, quería escuchar al pelinegro pedirle ser su modelo, después de aquel rechazo es lo mínimo que merecía.

–Entonces —Tirado en su cama, Chan sentía que perdía un poco de su dignidad en ese momento, sabía que se lo merecía por tonto, ¿Por qué tuvo que rechazar la propuesta?—, ¿Podrías ser mi modelo para la escultura? Entenderé si no quieres, quién en su sano juicio aceptaría después de que lo rechazaron —y si, ese fue su intento de mantener tantita dignidad pensando en que tal vez el rubio no lo aceptaría buscando implantar en este que no sería alguien sabio si aceptaba.

SeungMin captó sin problema lo último, sabía lo que el otro trataba ya que usa ese tipo de frases con JiSung cuando intenta que este entre en razón. —Chan-ssi, para tu suerte yo no estoy en mi sano juicio así que si seré su modelo —en ningún momento la sonrisa pícara abandonó su rostro— envíame los detalles de la primera reunión, si eso es todo buenas noches.

El pelinegro dejó unos segundos el celular pegado a su oreja hasta que se dio cuenta de lo que había pasado. —¿Me colgó? —genial, su intento de salvar su dignidad hizo que esta terminara más pisoteada de lo que había estado jamás. Sabía que no sería fácil lidiar con ese chico— rubio mal educado, le cuelgas a tu mayor.

Manteniendo un mojin en su boca buscó el contacto del rubio escribiendo los planes de la primera reunión, solo acordarán los horarios para que se acomodará a ambos.

positions ★ chanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora