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Natsume abrió sus ojos aun adormilado viendo de primera instancia un techo bastante familiar, aunque el lugar estaba algo oscuro este logro identificarlo fácilmente ... ¿mi habitación? ...
Se sentía desorientado y con el cuerpo entumecido. lo ultimo que podía recordar con claridad fue haber tomado un atajo por el bosque, después de esa inútil intromisión al hospital y robar medicamento.
El solo deseaba llegar lo mas rápido posible a su habitación sin tener que lidiar con la presencia de molestas personas, cuando de la nada empezó a sentir los inicios de esos dolorosos síntomas que últimamente estaba teniendo con tanta frecuencia ... luego todo se volvió confuso ...
Había colapsado en el bosque pero ahora mágicamente se encontraba en su habitación, sin la presencia de dolor alguno y con una sensación fresca en los labios ... algo no esta bien ... Con la guardia alta se recompuso sobre su cama tratando de enfocar su vista para encontrar algo que estuviera fuera de lo común en el sitio, pues su instinto le decía que no estaba solo.
Todo estaba en orden aparentemente hasta que se topo con una presencia desconocida a escasa distancia de su cama, su instinto asesino se había activado, no sabia con que o con quien estaba lidiando pero quizás por mero impulso o simplemente aun se encontraba medio dormido había llegado ala conclusión de que seguramente se trataba de un intruso que debía ser eliminado.
Natsume sigilosamente y en medio de la oscuridad se fue acercando hacia la persona desconocida hasta que se encontró a una distancia prudente para su cometido. El niño encendió una llama en su mano no solo para atacar sino también para percatarse de con quien estaba lidiando ... ¡! ... grande fue su sorpresa al encontrarse con el rostro de la pequeña ceniza que dormía plácidamente en una silla.
--- ¿que hace ella aquí? ¡Ugh!--- se sujeto la cabeza al sentir un leve pinchazo al llegarle la imagen de Aki bastante preocupada mientras le decía algo que no había entendido en su momento, solo para terminar siendo cargado por esta ... ella me trajo ... se sintió irritado de pronto --- casi te mato --- murmuro frunciendo el ceño.
Seguía confuso, mientras estaba ante la pequeña Akiko, preguntándose el porque lo había ayudado. No sabia nada con certeza pero lo único de lo que si sabia era que tenia que echarla de ahí lo antes posible.
--- oye tu --- colocando una mano en su hombro la sacudió un poco tratando de despertarla sin éxito. La perezosa chiquilla solo se removió e hizo una ligera mueca de disgusto para después tomar la molesta mano del contrario acurrucándose en ella y usarla de almohada. Digamos que el calor corporal de Natsume había resultado bastante agradable para la fría mejilla de Akiko.