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Habíamos salido de la casa después de visitar las habitaciones de ambos mayores, el abuelo y mamá definitivamente enloquecerían cuando se despierten y no nos encuentren, aunque para eso dejamos una carta donde tratamos de explicar la situación, pero como están las cosas dudo mucho que con eso baste para que no se preocupen.Estaríamos en serios problemas pero como dice el dicho "mas vale pedir perdón que permiso".Ya no había vuelta atrás.
Tuvimos que tomar el tren siendo este el único transporte disponible a esas horas de la madrugada, agradecí el hecho que estuviera así de vació y agradable, pues los recuerdos de cuando tomaba el metro en mi México lindo, prácticamente tenía que luchar para salir viva cada vez que entraba y salía, era toda una experiencia que para nada extrañaba.
En un par de horas estaríamos en Tokyo y no lograba conciliar el sueño a diferencia de Mikan, que se encontraba dormida profundamente abrazando su mochila de ovejita mientras comenzaba a babear. Me reí por lo bajo tomando una foto ... Para mi colección de cosas para reírme ...
A decir verdad tenía un sentimiento extraño sobre todo esto, me resultaba familiar de alguna manera, algo así como un deja vu, en especial el nombre de esa dichosa Academia...Alice recuerdo haberla escuchado antes, trate de hacer memoria pero al no poder recordar de dónde me sonaba mejor me olvidé del tema y disfrute del transcurso del viaje viendo por la ventana.
Las horas se pasaron volando hasta que finalmente el tren paró. un "bienvenidos a Tokyo"sonó por los altavoces alentando a todo a bajar, como si de una alarma se tratara Mikan se despertó enseguida y me arrastró fuera de la estación.
Como todas unas turistas en potencia tomé muchas fotos mientras anduvimos de aquí para allá visitando algunos lugares que se nos cruzaron tratando de encontrar la dichosa academia Alice, al parecer nadie sabía donde se ubicaba exactamente, pues a cada persona a la que le pedíamos ayuda nos decían una dirección diferente de donde íbamos o simplemente decían que no existía tal escuela. No perdimos las esperanzas y guiándonos con la postal de Hotaru por fin logramos llegar después de un largo rato.
Teníamos frente a nosotros el centro de investigación nacional alice academia única y estaba segura porque había una gran placa con eso grabado.
Mikan inmediatamente se empeñó en convencer al guardia de seguridad que custodiaba la puerta, para poder cumplir con el propósito de este viaje...ver a Hotaru.
Yo por mi parte me quedé absorta viendo la entrada, sus muros eran tan grandes e imponentes que la hacían lucir como una cárcel elegante de difícil entrada y salida.