Ha pasado tiempo ya desde lo que aconteció en aquel SkyDome, todo a cambiado en la vida de Meilin Lee, ya no es una niña inmadura y poco independiente, o al menos eso cree ella.
Tendrá que enfrentar nuevos inconvenientes que no tienen mucho que ver...
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Wu: ¿Pero que rayos?. . Jin: ¡Están golpeando las puertas!. . . Ming: ¿No sé supone que estaríamos a salvo aquí adentro?. . Miriam: ¿M-mei?. . ¿Que está pasando?. . *Nerviosamente* Mei: No lo sé Mir. . Quédate detrás de mi. . Miriam: Pero aún no tienes el panda. .
Más golpes se escuchaban. Pronto lograrían entrar.
Ping: Ming. . ¿Que hacemos?. . Ming: Cómo. . ¿ME PREGUNTAN A MÍ?. . Chen: Tu eres la dueña de este lugar. . . Deberías saber que hacer. . Ming: ¡Eso no tiene sentido!. . Lily: ¡Debemos aprovechar que tenemos al panda rojo!. . Jin: ¡No!. . Nada de eso. . Hay que dejar que entren. .
¡¿QUEE?!
Chen: Este lugar es sagrado!. . Helen: ¡Si!. . No podemos dejar que entren así nada más. . ¿Cierto? Ming: Correcto. . No debemos- Jin: Ming. . Hay que dejar que entren. . Ming: ¿Cómo me puedes pedir eso Jin?. . ¡Mira nuestra casa!. . No quiero que nos quiten lo único que tenemos. . Jin: Lo sé. . Lo sé. . . Pero míralas. .
El esposo de Ming señalaba a Mei y Miriam, que estaban algo asustadas por lo que fuera a pasar, sobre todo la patinadora, que se escondió detrás de Mei Mei, y ella estaba dispuesta a protegerla.
Ming captó el mensaje de Jin, no quería generar más problemas a su hija la cual aún estaba vulnerable. Y con todo el dolor del mundo. . Ming tomó una decisión.
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La policía no tardó en entrar, todos los presentes levantaron las manos en posición de rendirse, no iban a poner resistencia. Inmediatamente fueron esposados absolutamente todos, y fueron sacados del templo, dónde justo afuera se encontraba el general Murphy. Al lado de varios guardias rojos. Al principio Ming creyó que se trataba de una traición, que los había vendido al estado, pero Murphy juró que no era lo que parecía, y prometía que estarían libres en poco tiempo. La familia no creyó nada de lo que él dijo.
Antes de que las patrullas partieran, un oficial se detuvo a pensar un poco.
Policía 1: ¡Un segundo!. . ¿Dónde está la niña?. . Policía 2: Déjala. . Ella no está involucrada en esta operación. . ¡Ahora muévete!. .
Tal vez no se llevaron a todos lo presentes después de todo.
Mei y Miriam se escondieron detrás del árbol donde esa misma madrugada, Miriam se reencontró por última vez con Briana.
Mei: *agachada detrás del árbol* ¿Ya se fueron?. . Miriam: *se asoma ligeramente* Si. . Creo que sí. . Mei: ¡Ay nonononono!. . ¿Que voy a hacer ahora?. . Se llevaron a mi familia, no tengo hogar, no tengo dinero, NO TENGO PANDA. . NO TENGO NADA. .
