VIII

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Las risas estallaron alrededor del cubículo del novato, acababa de compartir su experiencia paranormal con sus compañeros, la cual se había resumido en una ventana abierta, la rutina de un guarda, la llegada imprevista del presidente y un buen sistema de seguridad. El castaño estaba apenado, su historia ya no era tan aterradora desde el punto de vista de las cámaras de seguridad donde actuaba como todo un cobarde.

—¿Qué es tan divertido? ¿ya terminaron los pendientes con Goob? Porque si no es así, odiarán la nueva propuesta de Agrest—expresó el jefe del departamento, al escucharlo todos cambiaron de humor.

—¿nueva propuesta? Mi equipo aún no termina la anterior por culpa de esta barbaridad con animaciones Goob—exclamó la líder de equipo Danvers sintiendo como su energía era drenada por el trabajo.

—entonces será mejor que termine con Goob lo antes posible en lugar de hacer sufrir al novato, a trabajar equipos—dijo Tobey haciendo que todos regresaran a sus escritorios con silenciosos comentarios dañinos, el menor susurró un leve "gracias" por rescatarlo y recibió un amable guiño antes de retirarse.

—ahora que papá oso se fue, cuéntame que pasó después—exclamó Yelena asustando al castaño con su repentino acercamiento, en su mirada juguetona se veía un escenario que iba más allá de los hechos.

—y-ya les dije, el presidente Wilson me llevó a mi apartamento en su auto, puedes preguntarle al guarda—contestó nervioso tratando de no recordar los sucesos posteriores para no delatarse con su rubor.

—claro, él dijo que el presidente te cargó en brazos como todo un caballero, está grabado... Peter, puedes despistar a casi toda la compañía, pero a mí no me engañas, es obvio que hay algo entre ustedes—dijo la rubia asegurándose que ninguna de las brujas riega rumores estuviera cerca, Peter se ruborizó y a la vez se preocupó por el problema que representaba.

—juro que no, nada más es una relación empleado y jefe... quizás hubo uno o dos besos por el calor del momento, pero hasta ahí... entiendo que no puede pasar nada más por nuestro bien, no soportaría encontrar a su esposa parisina furiosa en mi apartamento por meterme con su marido... para muchas puede ser normal o gracioso, pero no quiero ser juguete de nadie, ¡iré por café! —exclamó levantándose para huir después de desahogarse con su compañera, quien no entendió nada de lo que aquejaba el novato.

—¿esposa parisina? ¿juguete?... ach Peter, pasas mucho tiempo en esa cocina... al menos ya sé quiénes pueden arreglar esto—expresó Yelena tomando su celular, le había tomado un tiempo, pero conocía muy bien a sus compañeras de trabajo como para pedirles un gran favor sin negativas.

La hora del almuerzo llegó como un regalo para muchos, solo quedaba ese fin de semana para concluir el proyecto e iniciar una nueva propuesta, lo único bueno de ese sufrimiento era lo bien que pagaba la empresa por las horas extras. El castaño se disponía a almorzar con sus compañeros cuando una pelirosa de linda sonrisa se interpuso en su camino.

—hola Peter—saludó la chica de recepción con su dulce voz, pero eso no quitaba la manera extraña de detenerlo en medio del corredor.

—hola Yukio—saludó el castaño un poco incómodo, quería esquivarla para alcanzar el ascensor, pero su angelical rostro se lo impedía.

—¿puedes acompañarme al último piso sin levantar sospechas? —preguntó tomando del brazo al castaño, quien no tuvo otra opción que seguirla, por mucho que su pregunta fuera extraña. En el ascensor la pelirosa no decía nada, solo tarareaba alguna canción.

—... entonces, ¿para qué me necesitas en el último piso? —preguntó Peter al abrirse las puertas, vacío como siempre a esa hora, la pelirosa sacó su celular para buscar un mensaje.

—Yelena fue muy específica... "Natasha y Wanda no lograron nada, Peter sigue muy desanimado por sus tontas tragedias románticas. Confío en que tú sabrás que hacer, besos" —dijo con una sonrisa al terminar de leer, el castaño se molestó por lo entrometidas que estaban siendo.

—ahora entiendo porque todas me contaban otra perspectiva de sus fracasos amorosos... Yukio, sé que tienes buenas intenciones y que la relación con tu novia es perfecta, pero no es necesario... no podemos cambiar los hechos y dudo mucho que entiendan mi situación—expresó sobando su nuca, estaba cansado de tantas cosas, se supone que Yelena no diría nada, aunque nadie sabía que era el presidente Wilson, todos conocían sobre su fallida relación.

—claro que no, yo no tuve problemas al iniciar mi relación y todo va demaravilla porque no dejo que otros opinen de mi vida, soy la única que sabe loque se sienta vivirla día a día... pero Wade puede aconsejarte mejor, estáenamorado de un adorable chico de la oficina y dice que las cosas van deensueño, pronto se declarará y será una sorpresa—exclamó Yukio muy emocionadasin comprender la sorprendida y confundida cara del menor.



holis, nuevo capítulo!!!!!

¿cuántos aman a Yukio?, siento que no logré captar su personalidad, pero me encanta escribir su personaje, ella es como un rayito de sol en medio de la tormenta

siento que la historia cada vez se vuelve algo enredada, pero prometo que trato de explicar lo mejor que puedo sin dejar cabos sueltos

también quería avisar que ahora no solo actualizaré los viernes, también los miércoles y que esta historia no creo que tenga más de 20 partes, así que calculo que vamos a la mitad casi

en fin, gracias por leer esta pequeña historia, les amo :)

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