Capítulo: 4

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Joaquín ya se encontraba en su reino acariciando el libro que Emilio le había obsequiado, él sonrió mientras abrazó el libro. Su puerta se abrió dejando ver a su madre, Joaquín escondió rápido debajo de la almohada el tan preciado libro.

__¿Qué ocurre mamá?__le pregunto.

__Te vi muy apegado al hijo de los Marcos__habló la mujer mientras se sentaba en la cama y miraba al peli blanco.

__Él y yo conversamos un poco__sonrió__mamá quiero que Emilio me corteje.

__¿Te gusta?__lo vio.

__Él y yo aunque somos un poco opuestos nos complementamos en algunas cosas__suspiro__él es muy dulce y gentil conmigo.

La mujer no dijo nada, solo salió de la habitación y Joaquín corrió para ponerle seguro y sonreír. Él volvió a su cama y miro la almohada y la acomodo de una manera que pareciera que estaba dormido y se escabulló por el pasaje secreto que había descubierto, se quitó su ropa y la envolvió en una especie de bolso y se transformó en el zorro blanco; el cual tomó las telas y salió rumbo al antiguo templo de su palacio al llegar vio a una enorme criatura negra la cual poco a poco fue tomando forma humana. El zorro blanco también fue tomando forma humana hasta quedar un lindo chico él cuál le sonrió al otro. Emilio se cambió de ropa al igual que Joaquín, al estar ya vestidos, el omega tomó la mano de su alfa y lo encaminó para adentrarse dentro el oscuro templo.

Emilio sonreía al ser guiado por el lindo omega hasta llegar donde unas estatuas, Joaquín soltó la mano del alfa y se puso a preparar el incienso para las figuras. El alfa miró al omega el cual se giró y sonrió para acercarse a él y acariciarle la mejilla, Joaquín miro la camisa del pálido y la fue desabrochando lentamente.

__Joaquín__lo detuvo.

__Quiero hacerlo__lo miro a los ojos__además no puede negarse.

Emilio sintió el suave aroma que emanaba el omega el cual se intensificaba más, fue ahí donde se dio cuenta el alfa que el omega había entrado en celo. Joaquín se alejó del pálido apagando las velas mientras esparcía su aroma llamando al alfa, con la poca luz que entraba el alfa vio como el omega hacía un suave baile.

Ese baile sabía que significaba una sola cosa, la cual era aparearse, el dulce y tierno omega de zorro albino lo estaba invitando por medio de ese baile a pasar el celo juntos.

EL OMEGA DEL DRAGÓN  (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora