Capítulo: 9

90 12 0
                                    

Joaquín despertó y al hacerlo se dio cuenta de que estaba con una sábana blanca y que alguien estaba al lado suyo, él vio que estaba el pálido dormido a su lado. El omega se tocó el cuello y sintió un leve ardor en él, se giró y sintió como era tomado de la cintura para atraerlo al cuerpo contrario.

__Durmamos ahora que estamos conscientes__murmuró el pálido__porque después perderemos la razón por estar teniendo intimidad.

Joaquín se giró y se sonrojó al ver el pecho blanquecino del alfa con mordidas y chupones, Joaquín llevó su mano y los acarició escuchando una risa ronca de parte del alfa. Emilio bajó la mirada y vio al omega el cual seguía tocándole el cuerpo, Emilio estaba feliz de estar tan cerca y tan íntimamente con su omega.

__Es raro__susurro Joaquín__¿Lo nuestro o esto? __preguntó Emilio.

__Esto__rio avergonzado el omega__nunca había estado tan cerca con otro hombre.

__Me siento halagado al ser el primero__le acarició la mejilla.

__¿De dónde salió la sábana? __preguntó Joaquín.

__En la madrugada hacía mucho frío así que fui a mi reino por una para cubrirnos__dijo Emilio.

__Usted trae cosas y yo no he traído nada__habló Joaquín.

__Claramente cuando te quieres levantar no puedes hacerlo__bromeó el alfa.

__Pues si ya no camino se a quien culpar__sonrió Joaquín.

__Pero, vaya que lo disfrutas__hablo Emilio para atraerlo y besarlo.

El omega sonrió y se dejó besar por el alfa el cual le acariciaba cada parte de su cuerpo, dándole caricias en sus muslos y acariciándole el vientre donde dejaba unos cuantos besos. Sin contar las veces en las cuales le besaba la marca, Joaquín por su parte enterraba sus uñas en los hombros del alfa o arañaba la espalda pálida del pálido siguiendo un mismo patrón de arriba hacia abajo.

En ese último día de celo del omega, ambos hombres estaban más conscientes de lo que hacían, Joaquín mantenía los ojos cerrados y la boca entreabierta mientras sentía como el alfa se movía en su interior. Aún se preguntaba cómo era que la hombría de su alfa podía entrar en él, si bien sabía que el pálido alfa era alto y delgado, pero eso no quitaba que fuera fuerte y de atributos que lo complacía completamente.

__Ah~__gimió Joaquín al sentir como el miembro de su alfa tocaba su punto dulce__Emi~

El alfa miraba al lindo peli blanco gemir su nombre, mientras él lo penetraba con delicadeza, pero siendo certero en cada penetración. Y en ese punto un cachorro por parte de ambos estaba más que asegurado, pues tres nudos fueron formados en los tres días del celo del zorro blanco.

EL OMEGA DEL DRAGÓN  (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora