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✿ · Mal amigo · ✿
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La mañana del lunes siguiente a la borrachera de Katsuki e Izuku, el rubio se dedicó de manera secundaria a idear algún plan de conversación para ayudar a generar un interés de parte de Kirishima hacia Izuku.

Pero, en realidad, solo acabó por caer en cuenta de que él no tiene ni idea de cómo hacer... Esto.

"Generar interés". Es una palabra extraña. Y Katsuki no recuerda alguna vez que él mismo haya intentado coquetear con alquien.

Pero no por eso se rendirá.

Él es Bakugō Katsuki. Y una tontería como esta no lo vencerá.

Hará gancho a Izuku con el despistado pelirojo y conseguirá una victoria absoluta en su misión.

Sin embargo, hasta entonces, el rubio prefirió mantener sus planes en secreto.

No quiere que Izuku se entere. Pues seguro el pecoso entraría en pánico y arruinaría sus esfuerzos antes de conseguir un progreso real.

Así que, alejándose de su amigo bajo una excusa cualquiera que este no cuestionó demasiado, Katsuki se adentró por primera vez en el área de artes de la universidad.

El lugar está lleno de pinturas enmarcadas en los pasillos, decoraciones variadas y una escultura de tamaño real bastante asombrosa del héroe de comic "All Might".

Bakugō no cree que tarde mucho en hallar al pelirojo que fácilmente rondaba el metro ochenta, con músculos del tamaño de su cabeza y con la sonrisa más brillante que jamás haya visto.

Y, de hecho, está en lo cierto.

Pues, no muy alejado del All Might de tamaño real, se hallaba Kirishima y un pequeño grupo de frikis conversando apresurados de algún tema al azar.

El cenizo detuvo su andar.

¿Debería ir así nada más?

La verdad es que prefería hablar con el teñido sin un público que mirara la torpe interacción.

Porque así sería.

Katsuki no es el más parlanchín, así que este intento de "gancho" sería bastante torpe.

Ya lo había asumido. Y no le causaba mayor disgusto mientras al final de todo aún pudiera cumplir su cometido.

Pero entonces, para su suerte, el pelirojo se despidió del pequeño grupo con el que estaba hablando y estos se fueron. Dejándolo, al fin, disponible para que Katsuki lo interceptara.

Sin embargo, sus pies avanzaron más rápido que sus ideas. Por lo que, cuando finalmente llegó a un lado del sorprendido teñido, quedó en blanco por eternos e incómodos segundos.

Hasta que Kirishima sonrió, mirando a Katsuki con sus grandes ojos estúpidamente felices.

- ¡Hey! ¿Cómo has estado, hombre? -preguntó con amabilidad Eijirō, enseñando sus pulcros dientes en una sonrisa simpática

Bakugō metió sus manos de manera brusca en los bolsillos delanteros de sus jeans, sin corresponder la sonrisa- Tch, bien. Cargado de malditos trabajos prácticos -respondió el rubio

Su tono dos niveles más desagradable de lo aceptado socialmente. Pero, aún así, Kirishima no retrocedido ante eso.

En cambio, soltó un bufido lleno de cansancio y miró a Katsuki con comprensión.

- Te entiendo, estamos igual. De hecho, ahora mismo debería estar reuniéndome con mi grupo de teoría del color. Pero... Aún no llegan -comentó con tono agobiado el teñido, mirando breve hacia el reloj que colgaba de la pared contraria y suspirando por la hora que este marcaba

Mal amigo      [KiriBakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora