Mi cuerpe y yo.

Soy una persona más habitando un cuerpe al que jamás enseñaron a amar, ahora no le doy el trato digno que elle se merece y es elle quién a lo lejos me grita lo hermose que es pero no puedo escucharle, te pido perdón cuerpe por no amarte y es que no me enseñaron cómo, por años evadi a un monstruo que fue creciendo cada día y al que me daba pánico enfrentar, te destruí, te llegue a cortar, te deshumanice cuerpe, ahora estoy aquí a mis veintiséis años aprendiendo a amarte, tenme paciencia este es un viaje que emprenderemos les cuatro, le niñe interior que quiere sanar y está rote, le adulte que intenta entenderle, tu cuerpe que me gritas a lo lejos que no hay nada que cambiar de ti y yo un ser humane que fluctúa en aquel abismo, flotando en medio de dos mundos uno lleno de dismorfia, imperfecciones, culpa y palabras hirientes luego está el otro mundo que me pide a gritos no derrumbarme, amarte y darte ese trato digno que mereces, que te cuide, te ame, te acepté y no te menosprecie, estoy ahí en medio de esos dos mundos a punto de caer en la locura y soltar la toalla, dar todo por vencido y tirarme a aquel abismo del que algún día creí haber escapado, volví a el, aunque no sé si yo misme me lleve o me llevaron, te pido perdón cuerpe y me odio cada día por no amarte, cuidarte, respetarte, ¿Acaso algún día lograre amarte como te mereces? Quizás, todavía no lo sé y te pido perdón por tenerte pendiendo de un hilo.

Atte: Andy, una persona habitando un cuerpe que no sabe amar y que jamás le enseñaron como.