Prólogo

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Las clases habían terminado como de costumbre, muchos estudiantes con dudas que yo con felicidad les respondí, pero no había pensado que ser un sabio podía ser tan complicado.

Estaba saliendo con normalidad de mi oficina hasta que escuché a uno de los guardias gritar mi nombre desde lo lejos, venía corriendo por uno de los pasillos y lo detuve al momento de que casi se fue abajo de lo cansado que estaba.

¡Sabio Tighnari!... Se trata del general Cyno... - Cuando escuché su nombre, ya supuse lo que sería, así que con cuidado dejé al guardia sentado en el suelo para que así pueda descansar.

Lleva las flores de siempre y un ungüento que está en mi oficina cuando te recuperes. - Fue lo único que dije antes de salir caminando a paso rápido hacia la enfermería de la academia, Cyno le iba a terminar sacando canas antes de viejo si continuaba así.

 - Fue lo único que dije antes de salir caminando a paso rápido hacia la enfermería de la academia, Cyno le iba a terminar sacando canas antes de viejo si continuaba así

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Entré a la habitación que siempre se reservaba para Cyno, a él no le gustaba ser tratado por otros médicos, solo por mí. Estaba recostado en la cama quejándose del dolor, se estaba sosteniendo con fuerza su abdomen, al parecer nuevamente había tenido una batalla con los eremitas y terminó herido, ya poco me sorprendía encontrar a Cyno ensangrentado y con múltiples heridas por todo su cuerpo.

Mmh... ¿Problemas con los eremitas de nuevo? - Dije en tono burlón mientras me acercaba a mi novio, él me miraba con un puchero en sus ojos, me causaba bastante ternura. Fuí a una de las repisas donde guardaba los vendajes y el alcohol, saqué una botella y uno de los vendajes para después ir donde Cyno, acerqué un pequeño banquito a la cama y me senté para tener una altura con él. - Quita la mano, amor... Necesito ver.

El hizo caso sin negarse, dejando ver la herida que tenía, no era tan profunda como las que hacían siempre, pero sí parecía estar infectada con alguna clase de veneno. Para evitar que el dolor siga, abrí la botella de alcohol y puse algo de este en el vendaje, así comencé a pasar este por la herida, escuchando quejidos de dolor de Cyno por el ardor del alcohol, pero de poco a poco dejó de quejarse cuando por fin ya dejó de sentir el dolor del veneno, solo que obviamente tenía que tratarlo mucho mejor.

Minutos después llegó el guardia de antes, llevaba con él las rosas de sumeru y esa crema que usaba para tratar las heridas de Cyno. Tan pronto como había venido se fue por el miedo que sintió al tener la mirada del general quemando su cabeza, Cyno era demasiado territorial cuando estábamos solo nosotros dos, parecía más animal que yo.

Uhm, dime... ¿Esta vez por qué te atacaron? - Hice la pregunta mientras abrí el frasco de la crema y pasé tres de mis dedos por esta, comenzando a untar ese frío medicamentos en la herida de Cyno.

Estuve buscando información en las ruinas del Rey Deshret... He estado pensativo últimamente con mi pasado. - Eso había sido algo nuevo para mí, normalmente Cyno no era alguien que le gustaba estar buscando cosas del pasado, me había contado todo lo que tuvo que sufrir y entendía que después de eso solo pudiera hablar del día que nos conocimos y poco más allá de eso. - Y estoy pensando que... Puedo estar conectado con él.

Mis movimientos se detuvieron en seco cuando escuché eso... ¿Cómo él podría estar conectado con el antiguo rey del desierto?... Era algo extraño de pensar y hasta pensaba que podría ser un chiste, pero al ver la mirada tan seria que me estaba dando mi novio, supuse que no era ninguna broma.

Suspiré y me levanté, limpiando mis manos con algo de agua que estaba en la mesita para dejar lo que usaba para tratar las heridas. Después fuí por otro vendaje y me giré para ver a Cyno.

Hablaremos esto en casa, necesitas descansar y ya se está haciendo de noche.

Estuve todo el camino a casa abrazado a Cyno, intentando que no haga algún paso en falso y llegue a caerse, salí de la academia con las rosas de sumeru en manos para así hacer la bebida en casa, no quería estar más encerrado ahí y quería aclarar l...

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Estuve todo el camino a casa abrazado a Cyno, intentando que no haga algún paso en falso y llegue a caerse, salí de la academia con las rosas de sumeru en manos para así hacer la bebida en casa, no quería estar más encerrado ahí y quería aclarar las dudas que le había dejado mi pareja.

Cuando llegamos, me fuí a la cocina para hervir las flores mientras que Cyno se quitó varios de sus ropajes extras y su visión, quedando con sus shorts y su poca ropa en el pecho. Fue hacia mí y me abrazó por la espalda, yo ya estaba terminando la bebida que había puesto en un vaso de madera.

Y dime... ¿Por qué crees que tienes conexión con el Rey Deshret?... - Me di media vuelta, poniéndome de puntitas para así alcanzar su rostro y dejarle un pequeño beso en la nariz, entregándole la bebida. - Hace años me habías contado que era posible que estuvieras conectado con Kasala.

Cyno agarró la bebida y tomó un poco, era amarga pero Cyno estaba tan acostumbrado de estas cosas que fue a la sala a sentarse en uno de los sofás, pero antes me había tomado de la mano y me arrastró con él.

Verás, sabes que desde pequeño fuí... Huérfano. Estuve buscando respuestas de mi pasado desde que entré a la academia y Cyrus me adoptó. - Me contaba sus cosas mientras le dió otro sorbo a la bebida, yo me senté al lado de él y lo miré con curiosidad. - Y hace poco encontré una pista... Al parecer un retrato del cómo era el Rey Deshret.

Si estuviese tomando una bebida, posiblemente la hubiera escupido gracias a eso. Me le quedé mirando a Cyno esperando que siga hablando, ¿Un retrato del rey? Nunca antes lo había visto ni escuchado cómo era, solo estaban esas estatuas y creaciones gigantes que le encantaba hacer para subirse el ego, o al menos eso decían algunos de los habitantes del bosque.

Y... ¿Puedo saber cómo es? Aunque no creo que eso sea de mi incumbencia. - Le pregunté sin algo de miedo, podría ser que sea mera coincidencia lo que Cyno fuese a decir y no tuviera nada que ver con él, pero a la vez me causaría intriga que hubiera alguien más descendiente del Rey Deshret.

Largo cabello blanco, ojos dorados como el desierto, una hermosa piel bronceada...

Era raro escuchar eso, parecía una descripción de Cyno si fuese por los ojos dorados, en estos momentos estaba dudando sobre si en verdad Cyno tendría que ver algo con él... Posiblemente no sea algo de sangre, ¿Pero qué hay del espíritu?

Nuestro futuro - Cynonari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora