Un Amor | Tokyo Revengers [+18]

17| Tomados de la mano.

Pasamos el resto de la tarde con la tía Hanabi hasta muy entrada la noche cuando regresamos solo nosotros pues Rindou se quedo a ayudar con algo de la casa.

-Voy a decirle a Izana-
No era una pregunta, era una afirmación y eso me molestaba.

-No puedes decirle aun, te dije que es mejor esperar. Ya escuchaste al doctor.

Habíamos llegado a casa así que discutíamos mientras Ran se quitaba el traje y yo solo lo veía sentada en la cama.

-Si y justo por que escuche al doctor es por que le diré. Izana es nuestro representante y se que el vera primero por tu salud asi que podra detener las grabaciones.

Me quedé pensativa mientras veía mis manos analizando las posibilidades que tenía para evitar que algo pasara. Mi cabeza corría a mil por hora mientras la voz repetía incontables veces que lo mejor era abortar sin decirle a Ran y luego caerme o algo asi, dando una opción detras de otra. O al menos hasta que vi las manos de Ran tomando las mías ya que se había sentado frente a mi.

-Yuna antes te dije que podías decirme lo que quisieras y siento que aun asi te estas guardado muchas cosas. Dime que te pasa.

-¿Que pasa si las cosas no salen bien y....?

-Amor-
Interrumpió
-No voy a dejar que nada les pase a ninguna de las dos ¿Entiendes? Por eso prefiero cancelar las grabaciones si con eso logro que estén bien.

Sonreí al ver la sinceridad en sus ojos intentando relajarme abrazándolo.

-¿No quieres bañarte conmigo?- Preguntó coqueto al ver que le relaje.

-Sin actividad brusca señor Haitani- Alegué estirando una de sus mejillas.

-Bueno, tenía que intentarlo jaja.

-Jajaja torpe.

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Al día siguiente Ran fue con Izana al departamento para contarle sobre la situación. Sabemos que Izana es bastante.... especial para recibir noticias asi que penso en ir el solo.

Casi me da un infarto cuando escuche la puerta abrirse y vi a Izana entrando a paso firme hasta llegar a mi. Ran no venía con el lo que me preocupó.

-¿Embarazada?-
Pregunta parado frente al sillón donde estoy sentada
-Entonces supongo que lo de la bulimia era mentira...

Por alguna razón ese era uno de los ratos en los que estaba extrañamente tranquila asi que solo lo veía despotricar parado ahí.