DAYLIGHT

XXV. En sus ojos

Estaban desconcertados.

Romeo se encontraba maltrecho, agraviado tanto física como emocionalmente. Y lo sabían todos a la perfección. Sus puños trémulos sobre su regazo y hombros hundidos eran una señal desfavorable.

Su padre no aparecía.

Seguía desaparecido, su padre continuaba desaparecido.

A regañadientes, Romeo les reveló que había encontrado una posible pista, pero esa pista lo llevó a los suburbios más peligrosos de Crocus, su corta edad fue el blanco para despiadados ladrones, terminó sin dinero y golpeado a causa de su resistencia.

—Pudiste habernos pedido apoyo —los ojos oscuros de Jellal resplandecieron de preocupación.

—¡De todas maneras no es de gran ayuda! ¡viajamos muy lejos y no encontramos nada! —los ojos rasgados del niño se achicaron de impotencia.

Mirajane entrelazó sus dedos tristemente, la decepción de no haber encontrado a Macao estaba aún punzante en su pecho.

La atmosfera oscureció repentinamente, Macao era un compañero muy preciado en el gremio, hace dos años desapareció en una misión en la frontera de Crocus, desde su desaparición se llevaron a cabo la denuncia, pero fue todo en vano, hasta el punto de haberse convertido en una misión repartida entre gremios de Crocus. Se daba una favorable recompensa, en una hoja amarillenta se trazaban perfectamente la información para encontrarlo, Natsu acarició su barbilla lentamente mirando fijamente la fotografía de Macao.

Por su parte, Lucy contempló la figura desganada de Romeo. Había allí una sensación desgarradoramente nostálgica que calaba en su alma cada cierto tiempo, ella no había conseguido conocer a su padre, nunca pudo recibir amor de su parte, pero si de su madre, buscó la pulsera y la palpó esperando recordar el tacto de su amor.

Pero, con el pasar de los años el recuerdo se va debilitando hasta convertirse en una imagen lejana que se anhela eternamente.

—Tomare esta misión —Natsu interrumpió su desazón.

El muchacho le tendió la misión a Lisanna buscando su mirada, esperaba que ella decidiera si se unía con él.

—Yo... —dejó caer sus manos al lado de su cuerpo sonriendo ligeramente—. También me uniré a la misión.

Romeo limpió sus lágrimas con el dorso de la mano rápidamente.

—Seria de mucha ayuda, tal vez ustedes sean más listos y consigan encontrar pistas de Macao, a pesar de haber intentado, no conseguimos —Mirajane cerró sus ojos dejando escalpar las primeras lágrimas de desconsuelo.

—Es una gran idea, tal vez ustedes consigan ser mas listos que todos juntos —comentó Erza alzando sus hombros—, realmente me encantaría apoyarlos, podría ser de mucha ayuda con protegerlos en caso de que tengan inconvenientes.

—Si, Erza es bastante temida, si no les molesta, me gustaría mucho también unirme a la búsqueda —las mejillas de Erza se encendieron ligeramente al escuchar las palabras de Jellal.

—¡Juvia quiere ayudar! —las lagrimas acumuladas de Juvia cayeron por sus mejillas dramáticamente—. Juvia conoce a muchas personas, podría ayudarlos a encontrar pistas.

Lisanna oprimió el volante de la misión contra su pecho, sus labios temblaron tenuemente ante la idea de sumarse al grupo, Natsu había llamado su atención y no había mayor oportunidad que trabajar juntos, pero antes que se animara Mirajane le pidió el volante para inscribirlos oficialmente como los encargados de la misión.