seis ; mística

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Lisandro no quería que se dieran cuenta pero sí, estaba parado cerca de la puerta para que cuando Cristian llegara fuera él quien le abriera.
Por las dudas quería tomar esa precaución, así evitaba que Cuti se sintiera incómodo o algo por el estilo si le llegaba a abrir alguno de los simios que tenia por amigos.
Hasta estaba un poco dubitativo, pensó que hubiese sido mejor pasarlo a buscar, después de todo el morocho era nuevo en la ciudad y tuvo miedo de que se haya desorientado.

"Qué so' guardia de la puerta ahora."
Leo se acercó con un vaso de fernet en la mano, el cual le ofreció.

"Mal, hace como quince minutos ta' parado ahí."
Dijo el Dibu, que venía abrazando por los hombros a Messi.

"Tengo claustrofobia."

"Mentira, no tiene eso."
Julián estaba con una tabla en la mano llena de carne, por hoy sería el ayudante de el asador: Otamendi.

Se hizo el boludo, no iba a revelar su verdadero motivo, era al pedo porque sus amigos se iban a hacer una idea errónea y seguro lo iban a molestar con cosas como que le gustaba Cuti o algo así, cosa que nada que ver.

Estuvo hablando un rato más con Messi cuando luego de unos minutos el timbre sonó.

"Yo abro."
Lisandro ni siquiera esperó respuesta, se dirigió directo a la puerta.

Cristian estaba ahí, con un buzo de Belgrano que lo cubría del frío y un pantalón jean oscuro, en su mano tenía un envase de gaseosa.

"Hola."
El cordobés le sonrió.

"Te dije que no hacía falta que traigas gaseosa."
Licha lo saludó con un medio abrazo y se hizo a un lado para hacerlo pasar.

"Me sentía medio mal si venía con las manos vacías."
Se justificó observando rápidamente algunas personas que también le prestaron atención a él.

"Bueno, te voy a presentar a mi manada."
Lisandro ni siquiera tuvo que amagar a hacerlo, pronto sus amigos se habían acercado a saludar al recién llegado.

Cuti se sintió cómodo, más de lo que pensaba. Eran todos bastantes copados, había algunos que conocía como a Enzo y Julián, otros que conocía de vista como algunos trabajadores de la panadería y otros que recién estaba conociendo. Todos fueron amigables con él.

Prontamente Nicolas, o también conocido como Ota, los llamó al patio así podían empezar a comer pues el asado ya estaba listo.
Entre chistes y charlas comieron, incluyeron a Cuti en los chistes internos y hasta se los explicaban. Sin dudas uno de los más jodones era el Dibu, Leandro tuvo que concentrarse en su comida porque ya era la tercera vez que se ahogaba con la bebida por reírse.

En la sobremesa comenzaron a tomar fernet, parece que Julián venía un poco entonado de antes porque un par de tragos más fueron suficientes como para que le empezara a dedicar una canción que estaba sonando de cuarteto a Enzo, mientras que Ota y Rodrigo bailaban entre ellos.

Estaba tan distraído que el leve toque de Lisandro en su brazo lo sacó del espectáculo. El rubio le hizo una seña para alejarse un poco de sus amigos y sentarse en uno de los bordes de la galería.

"Cómo la estas pasando."
Preguntó el más bajo apenas se sentaron.

"Bien, tus amigos son piolas, me cayeron bien."
Fue sincero.

"Viste, son lo mejor."
Licha miró de reojo como Enzo abrazaba a Julián.
"Pensé que no ibas a aceptar venir."

"Nunca sería capaz de rechazar un asado."
Ambos rieron.
"Tus amigos son muy tus amigos."

palo santo | cuti x lichaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora