tres ; primer día

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Llegó el lunes, su primer día en su nuevo trabajo.

"Y cuidate mucho. Te llega a pasar algo y tu mamá me mata, después me mato yo porque no sé qué haría sin vos."
Romero estaba siendo apresado en brazos de Nahuel, quien le repetía por quinta vez que tuviese precauciones a la hora de salir para su nuevo trabajo.

"Dale, se me va a hacer tarde y a vos también. Aparte Lisandro me está esperando para explicarme un par de cosas."
No era mentira. Había intercambiado mensajes sobre el trabajo con su ahora jefe y la conversación había terminado con un cuando vengas te explico bien.

"¿Quién es Lisandro, el qué nos atendió el otro día?"
Cristian asintió, aún en brazos de su amigo.
"Ah el lindo, presentamelo."

"Qué, para qué, no."
Cuti se separó y fue hacia el sillón para agarrar su mochila.

"Uh, que mala onda que sos. ¿Por qué no?"

"Cómo te voy a presentar al chabon que me dió trabajo para que te lo chamuyes, no te conectan las neuronas a vos boludo."

"Ehh, seguro te gustó a vos y por eso no me lo queres presentar."
Nahuel queria reir por la cara de Cristian, menos mal que se había alejado porque sino una trompada asegurada tenía.

"Yo no soy puto. Me cansaste, me voy."

Molina ni siquiera pudo contestar porque su mejor amigo ya se había retirado de su hogar.

Molina ni siquiera pudo contestar porque su mejor amigo ya se había retirado de su hogar

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"Y vos podés creer que cayó con la misma remera que yo. Me tiene una envidia esa mujer."
Susana expresó su disgusto, se sentía muy indignada.

"Bueno pero vos tampoco tenes que darle pelota Su, ya sabes que el que obra mal tiene sus consecuencias."
Lisandro se apoyó en el mostrador con sus brazos y siguió mirando atento a una de sus clientas frecuentes.

"Ya sé hijo, por eso no le doy pelota, pero me da mucha bronca."
La mujer soltó un suspiro. La verdad es que amaba venir a la tienda de los primos, eran pibes laburantes y muy amables, siempre la escuchaban cuando en su casa parecía que nadie le prestaba atención.
"Encima podes creer que Celia organizó su cumple el sábado y la invitó, la voy a tener que aguantar toda la noche a la chiruza esa."

Licha rió. Una de las cosas que le gustaban de su trabajo, además de poder manejar él mismo su horario, era que alguna de sus clientas vinieran para contarle chismes de la zona.

palo santo | cuti x lichaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora