CAPITULO 6

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Estaba cayendo resbalandome por las paredes rocosas hasta caer en un agujero en el que inmediatamente tuve contacto con el suelo, adolorido pero como venían los restos del andamio encima me tuve que levantar pará correr y alejarme de la zona puesto a que podría terminar aplastado entre los restos, aún así estaba completamente oscuro no fue cuando decidí aprovechar a ver si funcionaba ahora sí la linterna, la cuál ahora que estoy solo sirve. 

Dalia: ¡¿ANDRÉS ESTÁS BIEN?! 

Andrés: ¡obvio que no, mira quédate en dónde ¿¡vale!? Encontraré una manera de subir!

Dalia: ¡Y AHORA YO QUE HAGO AQUI ARRIBA SI NI SIQUIERA PUEDO VERTE!

Andrés: ¡Busca un túnel que conecte con esta zona de abajo, a parte intenta evitar combates con pokemons de estás cuevas! 

Dalia: ¡De acuerdo! 

Ambos separamos caminos, yo seguí avanzando preocupado aún con el hecho de estar solo, y con poca munición qué otras cosas además de ese Excadrill o los Zubats de hace un rato vuelvan pero más agresivos, ya cuando me estaba desesperando por creer que esto era otra cueva casi infinita me lleve la sorpresa de ver al fondo Un  a especie de puerta de seguridad De acero oxidado y agollado debido a lo viejo y abandonado que estaba no podía creer lo que estaba viendo igual la tuve que pasar separando las puertas una de la otra para abrir un pequeño espacio y pasar. 

Al pasar me topé con que está puerta era una de las salidas de emergencia la cuál estaba sin  terminar de lo que parecía ser una instalación bajo tierra de ¿quién sabe? No se, mis dudas me estaban cegando, los sonidos de las gotas mis ruidosos pasos hacían que solo me estresa más de lo que ya estoy, cuando llegue al final del pasillo me tope con 4 tipo de direcciónes pero que igual forma iban al mismo lado la prima serían los laboratorios la segunda la sala de control la tercera el sector de experimentos y el cuarto el almacén. 

Estaba algo contento con solo ya saber a qué lado ir pero no por dónde ir para llegar a la sala de control para intentar restablecer la energía del lugar e intentar encontrar una salida, avance por el lado derecho y continué un rato hasta llegar al sector de los laboratorios, no estaba interesado pero cuando escuché unos golpes de metal y sonidos de vidrios rotos que venían de ese lugar solo me hizo adentrarme en este con precaución para saber quién fue o que provocó eso. 

Al entrar todo estaba cubierto de óxido vidrios rotos tirados, las sillas con zarpazos en el suelo tubos de ensayo tablas periódicas centrifugadoras y entre otros materiales que no se sus nombres, con cada paso que iba dando los dos sonidos seguían proviniendo de la misma zona camine con cautela evitando tocar los vidrios rotos sin hacer tanto ruido hasta llegar a lo que parecía ser la oficina de un tal 

Stuart Pitt. 

abrí la puerta con toda la cautela que pude aún así está rechinó continuamente hasta abrirse por completo encontrándome con el escenario de una oficina destruida con los papeles tirados, una bata manchada de lo que antes solía ser su dueño y su mesa ya vieja, papeles hechos ceniza y los sorprendente fue el hecho de que el provocó que me pegará un susto haya Sido todo este tiempo un… 

Gible asustado…?

El pequeño tiburoncin estaba temblando debajo de la mesa, que habrá visto el aquí abajo y como llegó aquí tenía que hacer algo, me arrodillé revise mi bolso y saqué una pokeball para tenerla ahí por si acaso de los que habían en el paquete que gracias al cielo no le cayó agua.

Andrés: ven pequeño no te voy a hacer daño. 

Note que tenía rasguños por casi todo el cuerpo pero lo que más me llamó la atención era la especie de grabadora que estaba mordiendo, me acerque para recibirlo con los brazos abiertos ya cuando llegó se acurrucó en mi y cuando intente quitarle la grabadora, me moría la mano, eso sí no me la corto pero la mordida no fue tan fuerte solo se quedó así y dejó caer la grabadora para ver qué hay ahí. 

Todas para uno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora