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La expresión de Li Jiwei se oscureció al escuchar esa voz, ¿porque no podía tener una comida en paz sin que vinieran a molestarlo?

"Hermano Wei" llegó saludando la niña de forma amable " anciano Li"

Habló e ignoró completamente a Lu Xin, no es que a ella le importara, estaba muy ocupada esperando su comida.

Sin embargo la expresión de ambos hombres se oscureció, eso no les pasó por alto, al igual que la mirada de desdén en el rostro de ambas mujeres.

"Señora Leng, señorita Leng" saludó Jiwei con calma, pero el anciano sin ninguna vergüenza las ignoró a ambas.

"Que coincidencia verte aquí, hace tiempo que no nos vemos, ¿porque no compartimos una comida?" preguntó Leng Shi, hacía tiempo que quería hablar con Li Jiwei y dejar una buena impresión para que la considerara un buen prospecto a esposa.

"Adelante" dijo el y el anciano lo miró serio pero habia diversion en sus ojos, solo había cuatro sillas en la mesa, para que ambas pudieran sentarse, alguien tendría que ponerse de pie, quería ver que tan educada era esta dama.

En ese instante, Leng Shi se dio cuenta de que solo había un espacios libre en la mesa, no podía pedirle a su madre que se fuera, porque ella hablaría con el Elder Li mientras ella conquistaba a Jiwei, asi que solo quedaba una opción.

"Señorita, ¿podría dejarnos su asiento? Mi madre y yo queremos hablar con el señor Li y su abuelo" pidio o mejor dicho exigió ella, no sabía quien era la niña, ni le importaba, pero debía ser tímida, estuvo con la cabeza baja todo el rato y no le dijo nada cuando no la saludó, debe ser introvertida.

Mientras Leng Shi estaba en su mundo de fantasía, no se dio cuenta que un par de ojos dorados la miraron con frialdad y burla.

"Pff esta chica se atreve a ordenarme que me vaya, ¿como puedo hacer eso cuando voy a comer con un hombre guapo que me pagará todo? Sueña" pensó Lu Xin y resopló ante ella.

La señora Leng vio que la chica no respondió y su expresión se volvió fea.

"Niña, ¿no has oído a tus mayores? Te pagaremos otra mesa, ahora déjanos sentarnos " exigió ella con dureza.

Lu Xin levantó la cabeza para mirar a madre e hija, y solo les contestó una palabra.

"No"

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Ambas Leng se miraron con incredulidad al escuchar la respuesta de la chica, levantaron la cabeza y abrieron la boca para protestar cuando vieron el hermoso rostro que tenían en frente.

Los enorme y brillantes ojos dorados era lo mas llamativo que tenía la niña, pero su cabello recogido en una cola de caballo alta le daba ese aire juvenil, pero su rostro inexpresivo te hacía querer apartar la mirada.

Leng Shi estaba extremadamente celosa de esa cara, pensaba que esa chica quería seducir a Ji Jiwei y se puso aun mas furiosa.

El anciano Li y Jiwei estaban bastante contentos por la actitud de la chica, era algo de esperar de ella.

Los ojos azules de Li Jiwei miraban fijamente a la niña frente a el, y algo se sentía como una pluma haciéndole cosquillas en el corazón, quería guardarla solo para el.

En este momento Li Jiwei no sabía que eso era ser posesivo, y era algo que iba a experimentar mucho en el futuro.

"No eres para nada educada, te hemos pedido amablemente que te mudes de lugar, ¿y aun asi nos rechazas?" dijo la señora Leng muy indignada.

Una Latina en ChinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora