Cap 3- Contando las horas.

416 28 33
                                    

[ Capítulo dedicado a: maria20gatubela ,por todo su apoyo] 🌹

—Diego ya sal de ahí...No seas payaso.
Dinos de una vez por qué estas así, o sea... Somos tus amigos ¡Puedes confiar en nosotros, papá!

— Si Diego, no manches... O sea, no se que haya pasado, la verdad, pero desde ayer estás extremadamente raro...Neta, nos preocupas wey— convino Tomás

— ¡Ya déjenme en paz! — gritó el castaño, desde el interior del closet de su habitación, lugar en el que se había encerrado hace unos minutos y del que sus amigos lo intentaban sacar inútilmente.

—  ¡No, no y no! No te vamos a dejar en paz, Diego, hasta que nos digas qué te pasa, es que... ve lo qué haces ¡Tu no eres así! Desde ayer no nos hablas casi y estás todo misterioso...Además llevas más de veinticuatro horas pendiente de lo que hace, o no hace la loca de la choki. Es que ¡De verdad no entiendo nada!

— Wey la neta Giovanni tiene toda la razón, Diego, es que...No puedes seguir así, dinos qué tienes, o sea... Igual y te podemos ayudar.

Conociendo a sus amigos de la forma en la que lo hacía, no tardó en concluir que lo mejor era salir de su escondite. No dudaba ni por un segundo de que eran capaces de quedarse todo el día ahí, afuera de ese closet insistiendo con lo mismo.

Se obligó a abandonar el lugar, y a penas lo hizo, observó a ambos chicos, sentados en el pequeño sofá con el que contaba el cuarto que compartían, mientras lo miraban con curiosidad y preocupación.

Sabía lo que le pasaba, más no sabía que tan buena idea era conversarlo con ellos.

Todo parecía apuntar a que alguien le había lanzado una maldición ¡Una terrible y oscura maldición! No creía en esas cosas, para nada, pero ya empezaba a preocuparlo un poco, el hecho de que todo lo que tenía previsto le saliera mal.

— chavos, en buen plan, no quiero hablar
— dijo desganado, sentándose en medio de los dos

— A ver papá, no se si lo sabes, pero acá el Bisbal y yo somos tus brothers, acá estamos para lo que necesites. Puedes contar con nosotros.

— Si, Diego, a ver ya déjate de misterios que no te van a llevar a ningún lado y o sea cuéntanos de una vez qué tienes.

— Ok ¿En serio quieren saber por qué estoy así? Se los voy a decir— concedió el chico, escondiendo la cabeza entre sus manos— Primero, ayer en la noche hablé con Miguel y me dijo que hay una alta probabilidad de que se cancele la presentación; segundo, mi papá vino hace rato y estaba furioso porque se enteró de la carta que le mandamos a la Miss Julia con el sello de su oficia, y se le ocurrió cómo castigo que de ahora en adelante ella, precisamente ELLA que me odia, será mi tutora y podrá hacer lo que quiera en cuanto a "mi educación"

— Orale, eso sí que está cañón

— Callate Tomás— espetó el pelicolor, dándole un suave golpe en la cabeza a su amigo—  A ver, Diego, continúa,  porqué algo me dice que eso no es todo eh...

Respiró profundo, buscando en su interior la respuesta a la pregunta de si debía o no contarles lo que más le inquietaba.

Se estaba ahogando en un mar de pensamientos tormentosos que lo asediaban sin tregua. Quizá lo mejor era exteriorizar un poco su preocupación, para así minimizar de alguna forma el peso que sentía en su conciencia y sobre sus hombros.

— Creo que Roberta huye de mi— confesó atropelladamente

— Bueno, pero esperate Diego, es extremadamente normal...O sea, la secuestraste en tu depa y yo creo que no te va a perdonar tan fácil

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tal vez mañana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora