«El sonido de su voz es sumamente dulce tanto es así que llega a ser reconfortante, sin embargo, raras son las ocasiones en las que se les ha podido escuchar decir alguna palabra».
Las pocas personas que la han podido escuchar afirman que suele tene...
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El tedioso lunes había llegado, el sol empezaba a brillar y los pajarillos emprendían su vuelo por los cielos; aquella mañana parecía que sería tranquilo y pacifico para todos los habitantes del hermoso pueblo de South Park, sin embargo, había una excepción.
De una casa color verde, salían desbordando varios gritos agudos estos mismos eran demasiados tediosos e irritantes y el causante no era ni más, ni menos que el pequeño Eric Cartman de 4 años. Aquel regordete se encontraba dramatizando como era habitual dentro de su rutina semanal y para su linda pero cansada madre ya era algo normal, pues trataba de convencerlo mediante el dialogo esto para que pudiera asistir al preescolar, ya que no le gustaba usar la fuerza para hacer que su hijo le hiciera caso.
- Calabacita, ya sabes que debes de ir a la escuela - dijo de forma cansada Liane mientras trataba de colocarle el pequeño gorrito a su hijo.
- Maaaa, no quiero ir a la escuela, no pude disfrutar de mi domingo - declaro de forma acusadora el pequeño gordito al mismo tiempo que fruncía las cejas y señalaba con el dedo indice a su madre - Y todo eso fue ¡POR TÚ CULPA! - concluyo con un grito acusador hacia Liane.
- Eric te lo recompensaré, pero por favor deja de protestar y vamos a la escuela quieres -
- Está bien iré a la escuela con la condición de que ella no venga con nosotros - demando en una forma de autoridad para después señalar a la pequeña niña de cabellos negros que se encontraba sentada en el sofá amarillento de la sala.
- Eric, ella vendrá con nosotros porque ira a la misma escuela que tú y tendrás que cuidarla - pronuncio Liane de una manera que sonara calmada y dulce aunque muy en el fondo se encontraba agotada por los incesantes berrinches que su hijo hacia - Después de todo es tu prima-
- Ella no es mi prima, nunca la he visto en mi vida – negó el gordito con la cabeza para después cruzar los brazos en forma de negación profunda.
- Aunque no la hayas visto, es tu prima, ya que es hija de mi hermana - declaro la joven mujer con un tono irritado, pues realmente no quería mencionar a su pequeña hermana menor.
- ¿En dónde está tu hermana? ¿Por qué no puede cuidar a su hija ella misma?Y ¿Por qué tienes que ser tú la que la cuide? – cuestionó el niño, sin embargo, Liane miro a su sobrina la cual tenía una cara llena de tristeza y decidió responder de una manera que fuera lo más reconfortante.
- Eric, realmente no sé en dónde este mi hermana, sin embargo, _____ es de la familia y debes saber que cuando te encuentres en problemas, ella estará para ti y tú estarás para ella - respondió la castaña haciendo que Eric se irritara más, ya que no creía en todas las palabras bonitas que soltaba su madre.
- Eso es mentira, ella y yo nunca seremos amigos y mucho menos la considero de la familia, esa es mi última palabra, así que no iré a la escuela y tendrás que respectar mi autoridad -
