IV

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Cuando pasaron dos semanas desde el miércoles, Noeul había acumulado una gran cantidad de entusiasmo.

Después de su extraña incomodidad inmediatamente después de su primera sesión con Boss, Noeul concluyó que el encuentro había sido un verdadero éxito. Él no estaba buscando una fantasía. Solo estaba buscando una manera de deshacerse de su virginidad, una manera que fuera fácil y sin complicaciones. Boss era talentoso, complaciente, considerado y muy atractivo. Y la profesionalidad de Boss hizo que el primer compromiso fuera exactamente lo que había estado buscando.

Noeul no podía imaginar que el segundo compromiso sería un problema. Probablemente sucedería de la misma manera, solo que con relaciones sexuales en lugar de sexo oral. Debido a que tuvo una impresión tan buena de su primera sesión con Boss, comenzó a anticipar la segunda.

Todavía estaba nervioso. Pero, a medida que pasaban los días, su emoción se hizo más fuerte que su miedo.

Así que Noeul llegó al hotel a las seis en punto del miércoles programado. Siguió la misma rutina que antes: se bañó, se afeitó, se aplicó loción sin perfume, contó el dinero, bebió vino y se sentó en una silla a esperar a Boss. Su vientre estaba agitado por los nervios.

Había sido virgen durante veintitrés años. Y había pasado muchos de esos años deseando no serlo.

Y ahora finalmente iba a suceder.

Cuando Boss tocó la puerta, Noeul se acercó para dejarlo entrar sin el más mínimo impulso de esconderse en el baño.

Esta noche, el mayor vistió todo de negro: pantalones negros, una camisa de vestir negra y zapatos de cuero negros muy caros. Le sonrió, exactamente como Noeul esperaba que lo hiciera. Urbano, sensual. Infinitamente practicado.

-Hola-, dijo Noeul alegremente, llevándolo de regreso a la habitación. -Te ves genial y cauteloso esta noche.

Boss parpadeó y se miró a sí mismo. -¿Cauteloso?

Noeul levantó las cejas, con una expresión que reflejaba la de Boss, y le entregó una copa de vino. -Todo de negro. ¿Te escondes mucho en las sombras?

-No si puedo evitarlo.

El tono seco en combinación con esa atractiva mueca de su boca hizo que Noeul resoplara. Cuando Boss colocó su estuche de cuero en la silla, Noeul se movió para pararse a su lado. -¿Qué golosinas has traído hoy?

Lo primero que sacó de su estuche fue un vibrador rosa delgado que aún estaba en su empaque original. Se lo ofreció al menor -Como fue prometido.

Los labios de éste se separaron, mientras aceptaba el vibrador y lo miraba fijamente. -Gracias. Fue amable de tu parte dármelo.

-Podemos usarlo un poco esta noche si quieres-. Los ojos de Boss se posaron en el rostro del menor como si estuviera revisando su expresión. -Podría ayudar en los juegos previos, y puedo mostrarte algunas formas de usarlo-. Cuando Noeul solo lo miró fijamente, agregó: -Pero solo si no te hace sentir incómodo.

Obtener lecciones de vibrador de un acompañante masculino podría hacer que se sintiera un poco incómodo, pero sonaba como una idea práctica. -No. Eso estaría bien. Un poco raro, pero bien.

-¿Por qué es raro?

Noeul entrecerró los ojos. -¿Has enseñado a otras personas cómo usar vibradores?

-Por supuesto.

-Oh.- Un poco desconcertado por esta respuesta práctica, Noeul concluyó: -Supongo que no es tan raro después de todo.

Boss sonrió y metió la mano en su estuche, sacando un DVD. -Esto fue lo mejor que pude encontrar si queremos comenzar con el erotismo nuevamente esta noche. Las películas eróticas masculinas bien hechas son pocas y distantes entre sí. Esta es una serie de cortometrajes, por lo que cada uno es de solo media hora. Eso nos dejaría más tiempo, lo que podría ser inteligente si queremos practicar con el vibrador antes de pasar al coito.

Escorted [Adaptación BossNoeul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora