VIII

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Noeul se untó en las piernas crema con aroma a melón antes de ponerse una camisón de seda en rojos intensos y dorados que había comprado en Corea la semana anterior.

Fue a sacar un sobre con dinero en efectivo de su bolso y lo colocó sobre la mesa en la habitación del hotel, justo cuando escuchó el timbre de su celular.

Mirando el identificador de llamadas, atendió -Hola, P'Peat-

-¡Hola! Así que por fin has vuelto, ¿verdad?
... Te fuiste tanto tiempo.

Noeul había llamado a su mejor amigo tan pronto como su avión aterrizó esa tarde y le había dejado un mensaje diciendo que había llegado bien. -Solo fue un mes.

-Bueno, me pareció una eternidad. Supongo que te lo estabas pasando tan bien explorando lugares exóticos que no me extrañaste en absoluto.

Noeul se rió entre dientes. Pasó cuatro semanas en Corea investigando para su nuevo libro y asistiendo a una conferencia internacional de ficción donde dictó un taller sobre escritura romántica. Había sido un buen viaje y estaba contento de haber asistido.

Pero realmente se sentía como si se hubiera ido para siempre.

-Entonces, ¿vas a venir esta noche? Tengo cerveza y podemos pedir pizza.

-Tendremos que hacerlo mañana-, dijo Noeul, regresando al baño para pasar un cepillo por su cabello rubio.

-¿Por qué? ¿Qué haces esta noche?

Noeul se sonrojó un poco mientras miraba su imagen en el espejo del baño. Su cabello estaba brillante, llegando a tapar sus orejas. Sus mejillas estaban rosadas y su piel suave resaltaba con los colores vibrantes de la seda. Sus ojos brillaban de emoción.

Estaba tan impaciente que tenía ganas de retorcerse, y aún faltaban quince minutos para las siete.

-Tengo planes para esta noche-, dijo vagamente, sabiendo mientras pronunciaba las palabras que su evasión nunca funcionaría.

Después de una breve pausa, Peat exclamó: -Lo verás esta noche, ¿no?

-Phi-, comenzó Noeul, convirtiendo la palabra en una advertencia.

Peat, por supuesto, lo ignoró. -¡Eres! ¡Tan pronto como pisas Bangkok, te lanzas directamente a sus brazos!

-No voy a lanzarme a sus brazos-, dijo Noeul, un poco molesto por las implicaciones de su amigo, ya que no captó en absoluto su interacción con Boss. -Acabamos de programar un compromiso para esta noche.

-¿Una hora después de aterrizar?

-Dos horas-, corrigió Noeul. -Y así fue como funciona.

-Sigues insistiendo en que esto no es serio, pero dime la verdad. No estás teniendo sueños inspirados en Pretty Woman , ¿verdad?

-¡No! Por supuesto que no. Dame un poco de crédito. No soy un tonto. Me gusta él. Y me gusta el sexo. Y le pago por sus servicios. No pretendo que sea algo romántico. Así no es como estamos juntos. Es profesional.

-Está bien. Supongo que te creo. Pensé que todo esto era genial y divertido al principio. Pero me preocupo de vez en cuando. No lo estás usando como muleta, ¿verdad?

-Por supuesto que no.- Noeul suspiró. Sabía que su amigo realmente se preocupaba por el, y que Peat realmente no podía entender su relación con Boss con solo escucharla de segunda mano. -Estoy buscando relaciones reales. Yo... ¿Te dije que conocí a alguien?

Escorted [Adaptación BossNoeul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora