Capítulo 7 (El reloj de arena)

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Luna...

El tiempo es el único que te puede matar, huye de él...

Despierto sudada, mi cuerpo tiembla esa voz no sé de quien es, me levanto de la cama me acercó al balcón y a lo lejos veo una sombra pasar, no se si deba ir a ver...pero la curiosidad me mata por saber quien es, un poco distraída me pongo mi suéter y sin avisar salgo de la casa.

Sin saber entre a un bosque y me doy cuenta de que ya no estoy en Egipto sino que estoy en otro lugar desconocido, un hombre camina hacia donde estoy.

__ Tiempo es lo que necesitas, busca el reloj de arena porque con el podrás salvar a tu reino, con el salvarás a Egipto.

Ese hombre desapareció, caminé por todo el bosque pero no encontré ningún reloj de arena, poco a poco iba desapareciendo el lugar y...ya estaba en casa.

Las luces de la casa estaban encendidas y las puertas estaban abiertas, me asusté y con un poco de miedo me acerque y entre, dentro de la sala todo estaba destrozado y en el sillón estaba una nota.

" Tu familia está en riesgo, busca al Faraón Ahmet el te ayudará"

__¿Faraón Ahmet?.

Pero quien sería el que hizo todo esto, ¿Dónde está mi hermana y Aleksander? Mi celular sonó y en la pantalla decía el nombre de mi hermana.

__ ¡ En dónde estás!

__ Estoy en la casa, en donde están ustedes.

__ Estamos en la casa de los papás de Aleksander.

__ Que bueno que no estuvieron en la casa.

__ Porque, ¿Qué pasó?

__ Entraron a la casa y hicieron un desastre en las habitaciones y en la sala.

__ ¡¿Estás bien?! No te hicieron daño.

__ Si yo estoy bien, es que cuando llegue ya había sucedido eso, pero lo raro es que me encontré una nota que decía: " Tu familia está en riesgo, busca al Faraón Ahmet el te ayudará".

__ Estás de broma, ¿Verdad?.

__ No, tuve un sueño muy extraño con un hombre que se llamaba tiempo y me decía que el tiempo era el único que podía matar, y ese mismo hombre me llevaba a un bosque desconocido y después desaparecía y yo volvía a la casa.

__ La leyenda está comenzando a salir a la luz, Ahmet busca a su reina y tu eres ella.

__ ¡¿De qué demonios me estás hablando?! Todo esto es un juego y tu quieres que lo crea, pues estás muy equivocada.

__ Tienes que ayudarlo, es tu rey.

__ Ya te perdimos, estás loca, ¡Dios mío! Cómo puedes decir tantas babosadas en un ratito.

Subí las escaleras, cerré la puerta y me acosté en la cama mis ojos se fueron cerrando poco a poco hasta que me quedé dormida, escuchó los gritos de mi hermana y es en ese momento que me despierto, me levanto de la cama y un olor a quemado es lo que está flotando en el aire.

__ ¡Tenemos que salir de aquí Luna, vamos por Aleksander!.

__ ¿Qué fue lo que pasó?.

__ Los rojos están atacando la ciudad, después te cuento.

Escuchamos un golpe en una puerta como tratando de salir y nos acercamos para ver que era.

__ ¿Aleksander eres tu?

__ ¡Dios mío! Gracias que llegaste.

__ Quién te encerró aquí.

__ Uno de los hombres rojos,la profecía se acerca tenemos que estar listos, los rojos quieren matar a la reina.

__ Luna estas en peligro tienes que irte, busca el reloj de arena y con el será la destrucción para el clan rojo.

__ ¿Reloj de arena? Pero no habías dicho que era malo.

__ Olvida lo que dije o te dijeron, búscalo, porque con el despertarás al Faraón.

__ Si claro, a mi me dejan el trabajo de revivir a la momia, ¡ya me voy antes de que esos rojitos me atrapen!.

Salí de la casa y frente a mi otra vez estaba el bosque pero ahora era diferente, estaba oscuro y no me daba buena vibra mis sentidos se pusieron alerta, al caminar se oía el crujido de las hojas de los árboles quebrarse por mis pisadas.

Huye...

El señor tiempo es malo...

Para derrotarlo tienes que pasar tres pruebas...

Esa vos desapareció, caminé por el lago que se encontraba cerca de mi y de nuevo apareció la misma figura de mi sueño anterior pero ahora se veía más oscura, sus dientes eran amarillos y sus brazos eran largos, lentamente se acercó a mi y tomó mi mano.

__ Majestad, una de tus pruebas es que tienes que derrotar a mis hijas en un laberinto, tiene que encontrar la salida antes que ellas y si lo haces obtendrás el reloj de arena.

Una de las pruebas era derrotar al laberinto, pensaba que sería fácil pero no lo fue, pero siendo precavida y inteligente pude derrotarla el hombre tiempo solo reía.

La siguiente prueba era el fuego, está si que no era fácil porque unas cuantas veces salí quemada de mis piernas y mis manos, no se que fue lo que paso pero de mis manos salía agua y con ella fui apagando poco a poco el fuego de aquella bella chica.

La tercera prueba la esperé pero nunca llegó hasta que el señor tiempo se acercó a mi.

__ Seré la tercera prueba, si me derrotas te daré el reloj pero sino tu me tendrás que servir como mi recolector de almas, aceptas.

El tiempo es engañosos, tendré que tener cuidado con la prueba que me ponga.

__ Querida, tu miedo me alimenta, y tú prueba será el pasado.

Aquella risa retumbó por mi cabeza, el bosque se fue convirtiendo en mi casa anterior donde vivíamos mis padres y mis dos hermanos, Christian sale de casa y se dirige a su trabajo el taxi llega por el.

__  ¡No a este día no, por favor! Tiempo no lo hagas.

La misma risa macabra se escuchó por todo el lugar, el día se hizo gris y la lluvia comenzó a caer.

__ Majestad, su prueba es que olvide el pasado y lo venza, usted no tuvo la culpa de lo que pasó aquella vez.

Ver el cuerpo de mi hermano hecho pedazos era terrible para mí, quería irme pero una fuerza no dejaba que lo hiciera, los minutos pasaban y aquella misma escena se repetía mil veces y el miedo me carcomía no sabía que hacer.

Tomé suficiente valor y no supe cómo lo hice, me acerqué a aquella criatura extraña y sin color que era mi hermano lo tomé del cuello y se mis manos salió una energía color azul que con ella murió aquel recuerdo, caí de rodillas al suelo llorando.

En mis manos se encontraba el reloj de arena, y el señor tiempo se fue.

Serás una excelente Faraona...

Todo volvió a ser como antes, entre a la casa y le dije a mi hermana lo que me había pasado, ella quería guardar el reloj pero algo me decía que tenía que hacerlo yo porque desconfiaba de mi hermana y no se porque.

Subí a mi habitación, cerré la puerta y me acosté en la cama poco a poco los brazos de Morfeo me llamaba y me dió la bienvenida a un sueño maravilloso.





LA MUJER DEL FARAÓN (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora