Capítulo 1: Nuevo

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♪ I wish that i could wake up with amnesia, forget about the stupid little things ♫

*Pum. Pum. Pum* ... *Pum. Pum. Pum*

-Apaga esa porquería Emma!!, escuché suficiente como para tirarme a la cama a llorar- gritó mi odioso hermano detras de la puerta.- APAGALO DE UNA MALDITA VEZ!!!

Maldito idiota, amaría abrir esa puerta y estamparlo en la pared con una piña.

Me removí en la cama y busqué el despertador.

-Ya la apago, ya la apago. Tampoco es para tanto Ryan!- encontré el maldito aparato y apagué la alarma. Miré la hora y me levanté.

Otro estúpido ciclo comienza, solo espero que esta vez sea un poco mas entretenido.
El año anterior, lo único "divertido" que sucedió, fue, cuándo mi compañero de Historia se quedó dormido a mitad de una clase y el profesor decidió ir a despertarlo, entonces mi compañero lo abrazó con fuerza y gritó "No te vallas mi amor, no me dejes, haré lo que quieras, pero no me dejes" mientras lloraba. La clase estalló en carcajadas, el profesor se ruborizó, y el chico salió corriendo fuera del aula. Eso fue tan vergonzoso para el, que después de meses de apodos y burlas por los pasillos, decidió cambiarse de escuela. Corrió el rumor de que se quiso mudar, pero sus padres no lo dejaron, dicen que ellos le dijeron que debía hacerse hombre y enfrentar la situación. Sinceramente no se cual de las dos situaciones fue más vergonzosa.

Terminé de cambiarme y bajé las escaleras hacia la cocina.

-Hola mamá.- dije sonriendo desde la puerta, ella estaba preparando el desayuno, mmm que rico.- Que estas preparando hoy?

-Hola cariño. Nada especial. Tocino, huevos, tostadas y jugo de naranja. No has visto a tu hermano?, lo escuché gritar hace un rato, pero no bajó desde entonces, ya se les va a hacer tarde, son las 6:45.- dijo mamá poniendo el desayuno en los platos.

-La verdad no tengo idea. Creí que ya estaría aquí. Debe estar en su habitación.- dije sentandome.

-Está bien. Ya debe estar por bajar.- dijo. -Toma cielo.- me tendió un plato con mi desayuno.

-Gracias mamá.- contesté.

Mmm deliciosa tostada, ven a mi...

-Gracias Emma- dijo Ryan. El maldito bastardo entró, me quitó la tostada de la mano y se la comió. -Mmmm que rica está..- dijo con la boca llena, tragó y siguió. -Deberías provarla, te encantará.- termino, me guiñó un ojo y se sentó al lado mio, pero a una distancia prudencial.

Un día de éstos voy estampar mi puño en su cara!!

-JA-JA, lo haría, si no te comieras mi desayuno, imbécil.- dije mientras lo miraba con mi peor cara.

-Emma, cuida tu vocabulario por favor.- dijo mamá con mala cara.

-Lo siento mamá. Me quitó la comida de la boca.- le dije, mientras miraba a mi hermano de reojo.

-No seas asquerosa Emma, si habría tocado tu boca, la hubiese prendido fuego en vez de comerla.- dijo Ryan con asco.

-Basta niños. Toma Ryan, aquí tienes el tuyo, deja de comerle la comida a tu hermana.- dijo mamá.

Volví la atención a mi desayuno.

-Emma, recuerda que hoy retomas tus clases de piano.- terminó mamá.

Maldita mierda, odio el piano, lo odio, LO. O.DI.O.
Lo peor de todo es que si fuese terrible en eso, quizas mis padres me dejarían terminar con esas malditas clases, pero no, soy malditamente buena, que mierda.

Mi vida en sus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora