Levanté mis manos y las enredé en su cuello, mientras el llevó sus manos a mi cintura, que estaba descubierta ya que yo tengo mis brazos elevados. El roce de sus manos con mi piel me causo un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
-¿Tienes frio? - me preguntó mientras me atraía mas a el.
-No.. Solo fue.. el roce de tus manos con mi piel.. Me causo un escalofrío. - murmuré avergonzada, creo que me ruboricé.
Me sonrió y soltó una pequeña risa. -Eres tan linda, princesa. - susurró mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
Rodé mis ojos. -Y aquí vamos otras vez con lo de princesa.. - dije divertida, aunque en realidad no me gusta que me llame así. Pero bueno, no quería arruinar el momento.
Volvió a reirse. -¿Quieres sentarte?
-Quiero besarte.. - respondí y me acerqué a su rostro uniendo nuestros labios otra vez.
Siento las miradas de muchas personas en nosotros, tengo los ojos cerrados, pero aún así puedo sentir como nos observan.
Nos separamos luego de un rato y al abrir mis ojos, efectivamente, muchos nos estaban observando. Y pues, como no iban a hacerlo si somos los unicos dos tontos que estabamos parados en el medio de la pista basándonos mientras sonaba una canción de Nicki Minaj bastante movida.
Creo que debo aclarar, que no es que sea raro que haya alguna pareja besándose. Lo raro que es no estemos bailando como si estuvieramos teniendo sexo con ropa. Algunos están contra la pared, bueno, las zorras contra la pared con una de sus piernas agarradas a la cintura del tipo, haciendo movimientos bastante asquerosos a decir verdad, y por supuesto besándose, o ellos besandoles el cuello a ellas. Bue, no me importa, no se ni porque me gasto en explicar esto..
-Vamos a sentarnos mejor.. - le dije a Keadan un poco sonrojada. El se rió y me guió hasta los sillones que hay al lado de la mesa con comida, con sumo cuidado debo decir. La verdad es que todo daba vueltas para mi.
-¡Mi campera! - exclamé al ver mi campera tirada en el sillon, la agarré, la abracé, le di unos cortos besos y la puse encima de mis piernas cuando me senté. Keadan fue a agarrar algo de la mesa y me lo tendió.
-Ten. Tienes que comer. - negué con la cabeza, todo me da vueltas y tengo miedo de que si como algo lo vomite. -Tienes que comer, Emma. No comiste nada en toda la noche..
Frunci mi ceño. -¿Y tu como lo sabés?
-Llevo toda la noche observándote, princesa. En varias ocaciones tuve que contenerme para no pegarle a ese amiguito tuyo que dejaba que sigas debiendo sin siquiera haber comido un trozo de pan. - dijo y negó con la cabeza como frustrado.
Fruncí mi ceño. -Mi amiguito como dices no me permitió seguir bebiendo. - dije un poco enojada por como habló de Colin.
-Si. ¿Después de cuantos vasos de vodka? ¿Diez? ¿Quince? La verdad es que yo perdí la cuenta de cuanto ibas bebiendo después del octavo.
-¿Tantos?
-Si y no entiendo como estas tan lucida. Cualquiera en tu lugar estaría vomitando a mas no poder. Sin contar que no reconocerias ni a tu madre. - dijo lo último divertido y se sentó a mi lado, mientras yo agarré lo que parece ser un sandwich de jamón y queso. -Así que come. No quiero que te agarre un coma alcohólico en cualquier momento.
-¿Porque me repiten eso todo el tiempo? - pregunté molesta.
-Porque es la verdad. - respondió obvio. Se quedó observando un momento la campera que esta en mis piernas y luego sonrió. -¿Esa es la campera que estabas viendo el día que nos encontramos en el centro comercial?
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Mi vida en sus manos
Dla nastolatkówEmma tenía una vida tranquila, sin complicaciones con su família y amigos. O eso quería mostrar, ella demuestra ser la alegre, tranquila y amable chica que hace todo bien para complacer a su madre y padre. Pero, en realidad, preferiría estar el día...