Capítulo 11: La Fiesta

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-¡¡Apresurate Jane!! - grité desde la sala de su casa.

Estamos a sábado, son las seis y cuarto de la tarde y todavía debemos pasar por Colin. Hace diez minutos estamos esperando a Jane junto con Casey.

-¡Ya salgo! ¡Solo cinco minutos más! - respondió ella desde su habitación.

Rodé mis ojos y me mordí el labio inferior para no ir a su habitación y arrastrarla de los pelos hasta aquí. -¡¡¡ESO DIJISTE HACE DIEZ MINUTOS!!! - grité muuy enojada. -¡¡SI NO ESTAS LISTA EN DOS MINUTOS, TE ASEGURO QUE VOY HASTA ALLÍ Y TE TRAIGO DE LOS PELOS!! ¡¿ME OÍSTE?! ¡¡Y SABÉS PERFECTAMENTE QUE LO HARÉ!!

-Peroo.. - empezó ella.

-¡PERO NADA! ¡¡DOS MALDITOS MINUTOS, NI MÁS, NI MENOS!!

-Yo que tú me apresuro, Jane.. - canturreo Cass a mi lado.

-A veces creo que hace esto solo para molestarme. - murmuré molesta, tirandome al sillón con cansancio.

-Tranquilízate Emma.. Sabes como es.. - me respondió Cass sentándose a mi lado.

-Lo se. Pero no estoy de humor para bancarla. Si quería dos horas mas para prepararse se hubiese ido en su auto. - repliqué irritada, cerrando mis ojos y suspirando con cansancio, tratando de calmarme.

-Estuviste así toda la semana Emma.. ¿No hablaste con Keadan?

La alarma de peligro se encendió en mi interior. Dirigí mi mirada mas asesina hacia ella. A lo que ella respondió echándose hacia atras y levantando las manos con inocencia.

-Lo siento, lo siento. ¿No hablaste con el innombrable aún?

Enarque una ceja. -¿Innombrable? Ni que fuera Voldemort.. - dije volviendo mi mirada a la nada. No volví a hablar con Keadan, bah no dejé que me hablara, el único momento en que hablé con el fue en la clase de biología el viernes, ya que el miércoles y jueves hice todo lo posible por evitarlo, ni siquiera fui a los entrenamientos.

---- Flash-back ----

Entré al aula de biología con Casey y me senté a su lado, hasta que llegó la profesora y tuve que volver a mi asiento al lado de Keadan.

-Hola. - dijo en cuanto me senté. No le respondí, seguí con mi vista fija en los apuntes de la materia mientras hacia de cuenta que buscaba algo. -Emma.. - volvió a llamarme. Seguí haciendo de cuenta que el no estaba y empecé a buscar un libro dentro de mi bolso.

-¡Listo! - dije alegremente sacando el libro del bolso.

-¿Ahora hablarás conmigo? - preguntó él. Abrí mi libro sin contestarle y empecé a leer. Mi silencio debió haberle contestado. Ya que volvió a insistir, pero esta vez me quito el libro de las manos. -Ahora me vas a escuchar. - afirmó guardando mi libro detras de su espalda.

Lo miré de la peor manera. -¿Quien mierda te crees que eres? - dije entre dientes. -Yo te escucharé si yo quiero escucharte. No eres absolutamente nadie para obligarme a hacer algo que no quiero hacer, si no tengo ganas de oirte no lo haré, ¿me entiendes? Si te sientes en la obligación de explicarme algo, pues no, no la tienes, no tienes nada que explicar, no me interesan tus palabras, ni mucho menos tú. Déjame en paz, no soporto estar aquí sentada al lado tuyo y mucho menos tener que escucharte, asi que por favor házmelo mas facil y déjame en paz. - dije con irritación mientras tendía mi mano para que me devuelva el libro. Sus ojos azules estaban clavados en los mios, y pude notar un tanto de tristeza en ellos. Pero alejé ese pensamiento al instante, no podía dejar caer mi guardia, no puedo.

-Lo siento.. - murmuró. -Yo solo quería.. Olvidalo, no te preocupes, no volveré a molestarte. - terminó, puso el libro en mi mano y dirigió su vista al pizarrón como el día en que nos conocimos.

Mi vida en sus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora