Clair de Lune || Larry Stylinson

9. La única forma de conocerte

"Mientras yo esté aquí, nadie puede lastimarte" 

(Everything I wanted, Billie Eilish)

Un nuevo lunes se avecinaba y Harry estaba un poco preocupado porque desde el sábado Louis no había respondido ninguno de sus mensajes. Faltaban pocos minutos para el inicio de la clase de Filosofía y no veía al castaño por ninguna parte.

<< ¿Le habría pasado algo regresando a casa? ¿Estaba enfermo?>> Harry empezaba a pensar lo peor.

Le había hablado el día de ayer por el trabajo de filosofía que tenían que entregar juntos. Habían quedado en encontrarse en la mañana para terminar los últimos detalles, pero Louis nunca respondió.

Horas antes había ido a la residencia a preguntar por el, pero simplemente le dijeron que nadie había reportado nada extraño y que suponían que el chico seguía durmiendo en su habitación o en clase.

Harry había considerado preguntarle a Liam, pero cuando lo vio solo en la biblioteca supuso que quizá tampoco sabía nada.

Sin ningún tipo de respuesta Harry ingresó al aula de clases y espero que Louis apareciera por esa puerta, pero los minutos pasaron y no vio señales de él. La clase siguió con normalidad y para las 6 en punto Harry salió disparado del salón para dirigirse nuevamente a la biblioteca y revisar si estaba ahí, luego fue a la cafetería, divago por los pasillos del campus y nada.

Después de unos minutos se le ocurrió la idea de ir al salón de música ¿Estaría ahí?

Al llegar escuchó el sonido característico del piano, vio la silueta de un chico e inmediatamente supo que era Louis. Entró con cuidado, dejó su mochila a un lado y escuchó como Louis tocaba despacio, como si apenas tuviera fuerzas para presionar las teclas.

—¿Louis?

El nombrado no se inmuto. Siguió con la mirada clavada en el piano. Harry curioso se acercó hasta donde estaba y vio su cabello despeinado.

—No te preocupes por el trabajo de filosofía, ya lo tengo casi terminado, lo entregaremos a tiem...

—No me importa el trabajo de filosofía ¿Qué pasó? ¿Estas bien? —lo interrumpió Harry el cual parecía estar cada vez más preocupado.

—Si, todo bien —respondió Louis secamente.

—¿Por qué no asististe hoy a clase? Te estuve buscando por todo el campus —Harry se posicionó en frente del piano, esperando a que Louis levantara su cabeza y le diera la cara.

—No tenía muchas ganas —dijo Louis simplemente.

Todo el ambiente era extraño. La voz de Louis era apagada, como si tuviera un nudo en la garganta y Harry notó lo desalineado que estaba. Llevaba sus pantalones de pijama puestos y la polera con el logo de la universidad, su cabello estaba desordenado y su mochila parecía explotar de libros.

Algo estaba pasando y Harry no podía entenderlo.

—Louis... ¿Qué está pasando? —Harry intentó acercarse un poco más.

El ojiazul finalmente levanto la cabeza, mostrando su demacrado rostro. Parecía que había dormido poco pero que había llorado mucho, ya que sus ojos estaban hinchados y su cara roja.

Harry lo miró atónito sin saber que decir. Sintió un punzón en el estómago y su rostro se tornó en uno de confusión mezclado con pena.

—Sabes, tenía uno de estos pianos en mi casa ¿Te lo dije verdad? —mencionó Louis mientras pasaba sus pequeñas manos por cada tecla —Claire de Lune fue una de las primeras canciones que él me enseñó.