Esto NO es la bella y la bestia

Capitulo 1: Ese maldito dios

ADVERTENCIA
Esto es una PARODIA bastante mala y que no respeta para nada la obra original. Así que por favor evita tus malos comentarios si no te gusta
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Narra Trunks

Era de noche,  y caminaba por el bosque buscando leña para iluminar mi hogar. Normalmente no saldría tan tarde, pero aquella noche era estúpidamente fría, y era muy necesario. Busqué, solo con la luz de la luna,  hasta encontrar el árbol adecuado.  Estaba seco, y ardería rápidamente.  Comencé a cortarlo con mi hacha, y en eso, una sombra extraña y oscura me envolvió, y perdí la vista.

Cuando mi visión volvió,  estaba en una cueva iluminada por antorchas. Pesados grilletes amarrados por cadenas incrustados en las rocosas paredes me detenían, y supe que los rumores eran reales. Yo me había convertido en un sacrificio para el autodenominado “rey del bosque”. Maldije mi decisión de salir de noche, pero ya no podía hacer nada para cambiar mi destino.  Ese idiota me había atrapado, y ya no podía hacer nada

-Parece que ya sabes por qué estás aquí,  ¿no?- dijo él

-Ese era un árbol muerto,  ¿sabes?-

-No me interesan tus excusas. No debes profanar al bosque-  dijo el, molesto -ahora pagaras por tu maldito atrevimiento-

Sabía que aquello era una excusa muy estúpida. Había gente que había quemado hectáreas y a él le había valido madres. Y eso que había ocurrido recientemente.

Tenía un interés especial en mi, evidentemente. No podía obtener más información,  pues desde donde estaba solo se veía la espalda de su traje gris, y su brazo púrpura hinchado. Zamas. Ese maldito secuestraba jóvenes para un motivo aún indeterminado, y yo tenía la desgracia de ser una de sus víctimas.  Bueno, al menos me enteraría de su secreto, para poder manchar más su imagen de homosexual. El parecía ocupado, el único sonido era de algo siendo machacado en un mortero, y el aroma de varias plantas, que me daba náuseas

-Esto ya está- dijo el en voz baja, como hablando con el mismo

En cuanto se acercó, me moví desesperado, haciendo un  escándalo que hizo eco en la cueva.

-¿Podrías parar, por favor? El ruido es molesto y aparte te estás lastimando- Dijo el, sin molestarse, pero con firmeza

Me quedé quieto, sorprendido por su reacción.  Esperaba que gritara y me maldijera por eso, no que fuera tan amable. 

-Es una trampa… quiere que confíe en el para después hacerme pedazos- pensé.  Era la única opción creíble

-Bien, veo que ya estas más tranquilo- dijo el con una sonrisa rara, nada acorde para alguien como el, pero parecía sincera. -Déjame ponerte esto- alzó el mortero y yo lo vi en silencio.

Se acercó y desgarró mi ropa, dejándome totalmente desnudo
-
Ya valí v3rga- pensé

-Déjame colocar esto en tu vientre- dijo el, y sin esperar respuesta,  comenzó a untarlo en mi. Se sentía frío, como si estuviera hecho de eucalipto o menta.

Lo colocaba despacio,  deleitándose con el momento, haciendo un suave masaje en mi estómago. Al principio me incomodó, pero al final lo disfruté bastante, hasta que se detuvo.

-Lo disfrutaste, ¿verdad?- me susurró y vi sus largos colmillos -Espera un poco más y veras lo que es bueno de verdad-

-¿Para que es esto?- pregunté

-Para aumentar tu deseo sexual y ablandar tu vientre-

-¿QUE?- pensé

El parecía esperar algo. Me miraba con intensidad, esperando…
Mi cuerpo tembló repentinamente, como en un escalofrío, y mi parte íntima comenzó a doler. Una sustancia transparente comenzó a salir y yo solo pensaba:

-¡Joder, que ya se apure a metérmela!-

-Ya voy. Deja te desato y comenzamos- dijo el y se levantó

-¡Pero apresúrate!- respondí en mi mente

Con una lentitud desesperante desde mi punto de vista,  me desató.
Quedé en el suelo boca arriba. El se quitó los pantalones y sin esperar,  se introdujo en mí.
Se sintió bien. Era grande y gruesa y yo solo sentía como embestía, primero lento, luego aumentó la velocidad, golpeando mi interior con fuerza. Pero lo que debería ser dolor, se transformaba en placer.

-Joder, ¡sigue asi!- dije entre suspiros. Era virgen, y esto me parecía el put0 paraíso

Sentía como entraba y salía, como buscando algo. Cada vez entraba más profundo, y yo cada vez me sentía mejor. No me arrepentía de haber sido secuestrado.

-Eres… realmente... bueno en esto…- conseguí decir

-Por supuesto,  no es la primera vez que lo hago… a diferencia de ti- dijo esto último en mi oído.

-Dio otra estocada y senti algo diferente e inexplicable.  Me recorrió haciéndome temblar y gemir del placer.

-Ya lo encontré- dijo el, y solo tocó ese punto con fuerza. Después sentí como algo líquido me llenaba por dentro, algo cálido…

Sentí como Zamas se detenía, y salía lentamente, dejándome con ganas de más.
-Es momento de que descanses,  Trunks-  te daré una manta y algo de comida

-¿Eso fue todo?- Pregunté, decepcionado

-Por el momento,  si- dijo el.  Toma- dijo ofreciéndome algo de comer.

Comencé a consumirlo sin ganas, pero estaba tan jodidamente rico que pedí más

-Toma- respondió mi captor- es tiempo de que te alimentes bien-

-Gracias- respondí

Hubiera comido más, pero ya me sentía lleno. Así que me acosté y me quedé dormido.