IEGO| Somos la resistencia

Capítulo 9

Narra Allison

No lo voy a negar, tengo miedo. He jugado muchos partidos de fútbol en primaria y he entrenado mucho con Caleb y los otros chicos del Inazuma Japón, pero nada de eso se puede comparar con la situación actual. He pasado de jugar a un fútbol libre, a tener que enfrentarme a un sistema corrupto. Un sistema corrupto donde los resultados de cada partido se deciden antes de jugarlo y los jugadores tienen que hacer un show de marionetas. Nosotros, el Raimon, estamos aquí para derrocar ese maldito régimen.

Ayer, nos cambiaron al entrenador, tal y como estaba previsto. Cambiaron a el tío Travis por Marc. Ahora sí que puede ponerse en marcha la revolución.

Cassidy no vino al entrenamiento, y me siento bastante mal por ello. Solo se que era trabajo y sabía que le afectaba mucho el tema, pero no creía que tanto. Por la noche nos llamó Shawn diciendo que ya estaba bien y que ambos habían vuelto a casa. Aún sabiendo que ella estaba bien, no pude dormir. El peso que recarga en mi espalda es demasiado. Jugar en un equipo que intenta llevar a cabo una revolución y por mi culpa mi amiga y hermana se ha desmayado y han tenido que llevársela al hospital.

¡Allison Katherine Stonewall! ¡Deja eso de lado ya! ¡ Cassidy está bien! ¡No fue tu culpa!

Hoy nos toca el partido contra el instituto Poderosa Fe y Víctor jugará en él. Sólo espero que no nos haga sufrir mucho.

Estoy en mi cuarto, ya me puse el uniforme del equipo con el dorsal 12 hace ya 30 minutos y ahora estoy intentando tapar mis ojeras. Cada vez se marcan más, pero ya estoy harta de que la gente se preocupe de que descanso poco.
Una vez cubiertas oigo la voz de mi hermano que viene desde la escalera diciendo que baje a desayunar. Obedezco, necesito recobrar las fuerzas que me faltan.
-¿ Como ha amanecido hoy la nueva revolucionaria? - dice Caleb en modo de burla para animarme un poco.
- Bien-contesto no muy segura-con ganas de mostrar cuál es el verdadero fútbol.
- Bien dicho pequeña-me dice abrazándome con fuerza-Hoy comienza tu camino. Ten cuidado, todavía no has jugado en serio con tu equipo, Travis quería que te dieras cuenta de lo corroido que estaba el Raimon por dentro.-hace una pausa-Ahora es vuestro deber alzar al equipo hacia el camino correcto.- se pone delante de mí -Ten mucho cuidado preciosa. Lucha pero con conocimiento-me da un beso en la frente.
-Justo que digas tu lo de conocimiento...
- Anda tonta, empieza a comer que se te hará tarde-es verdad. Queda media hora para irme al instituto para coger el bus que nos llevará al estadio de nuestro rival.

Acabo de desayunar y me voy corriendo al punto de queda. Veo a la mayoría desilusionados, y por otro lado observo que Arion, JP, Lily, Ricardo y Gabi están haciendo corro. Me acerco a ellos.

-Hola chicos, ¿estáis preparados? - pregunto con un poco de nerviosismo.
-Estamos listos-me contesta Ricardo. Hace una pausa mirando detrás de mi-Allison, detrás de ti está el imperial sin quitarte el ojo de encima, ¿ quieres que le diga algo?

¿Que? ¿Victor mirándome? Puff, seguro que me quiere decir algo - No tranquilo, déjalo estar.

Miro de reojo y veo... ¿como si tuviera lástima por algo? Me separo del grupo y veo que me hace señas el imperial y me acerco donde está él.

¿ Que querrá? Estamos a nada de irnos.
- ¿Que quieres? ¿ Y por qué no dejas de mirarme con cara de pena?-se forma un silencio incomodo hasta que decide hablar.
-No quiero que juegues este partido-me ha sorprendido esa respuesta. No sé cómo reaccionar. - Si lo haces, puede que te hagan mucho daño. - espera un momento, ¿ el imperial? ¿ Se preocupa por mi? ¿POR MI, QUE SOY UNA REVOLUCIONARIA DEL SECTOR V? Creo que estoy delirando ya. Me está mirando, Allison reacciona.
- Va a ser que no-me mira como si esperara esa respuesta- quiero que el futbol de antes vuelva y no que sigamos teniendo este régimen cochino. Tu también deberías hacer lo mismo.
- Ya sabes el motivo
- A la mierda el motivo Víctor. Tienes 13 años y te estás sobresaturando ¿ que no te das cuenta? - mierda la he cagado-Haz lo que quieras. - me doy la vuelta y voy directa al autobús para sentarme con Lily. La advertencia de Victor no deja de resonar en mi mente. Ya veremos lo que nos depara el partido.
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Inicia el partido y le paso el balón a Víctor y.... ¿ Marca en propia? ¿Será desgraciado?
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Uff, esta primera parte está siendo muy dura. No paran de golpearnos con el balón. Me duele todo el cuerpo, pero aún así me levanto una y otra vez.
Llega la segunda parte. Vamos 1 a 3 a favor del Poderosa Fe. No me voy a dar por vencida. Veo como Arion consigue el balón y se aleja del resto... ¿ Para que solo vayan a por el? Mira que lo de este chico tiene narices. Corro hasta llegar cerca de él.
-¡ Arion! ¡Pásame la pelota!
-¿ Allison? ¡No, os harán daño a todos!
- Esta lucha es de todos Arion, deja que también nos den algún golpe - digo con una sonrisa tranquilizadora.
-Está bien, ¡ Allison, tuya!

Me la pasa, pero dos jugadores del Poderosa Fe están a punto de rodearme, así que corro más rápido para que no me sitien. No voy a negar que estoy nerviosa, pero el sentimiento de adrenalina que hay por mis venas me hace sentir poderosa y libre. En pocos segundos siento unas manos en mi cintura que me alzan y sacan el balón fuera de campo. Miro a mi alrededor y veo que el que me coge es Víctor.
- Oye, ¿estás bien?-me pregunta preocupado.
-S-si-digo no muy segura de lo que ha pasado. El chico me baja y se pone a discutir con el rival.
-Desgraciados, dijisteis que iban a ser golpes leves, no ir a lesionar a los jugadores-diría que un poco más y le da un puñetazo.
- ¿Que más da? Querías que ganaríamos para seguir la directiva de nuestro entrenador. Entonces, ¿qué problema hay? Si no me hubieras parado, ya habría un rival menos y ya no sería un estorbo. No sé podría ni mover por ella misma jajajajajajaaj

La mirada de Víctor se vuelve más oscura. Volvemos a nuestra posición y les toca sacar a ellos. Se acercan a nuestro campo y les quito la pelota, pero Víctor me la quita de los pies. Juro que cuando se acabe el partido le pateo las bolas.

Va directo a la portería y...
- AAAARGH... AGUIJÓN LETAL- ha marcado.... HA MARCADO A FAVOR NUESTRA.
- Bien hecho Víctor-le digo cuando vuelve. El me sonrie con... ¿ternura?
- Mañana ya volveré a ser el mismo de siempre- al diablo con este chico- el próximo lo marcas tu, va... - dice en tono de burla.
-eso espero-le contesto y me mira curioso-si no quieres que te corte las bolas-veo como traiga duro. Como me gusta asustar.

Se reanuda el partido. Se la pasa a Víctor y le digo con señas que se la pase a Arion. Arion y Lily se van pasando la pelota para que no nos la roben dentro de lo posible, porque con seis jugadores poco se puede hacer.

Dios, los han rodeado. ¿Ahora que hacemos? Miro hacia arriba y veo una luz amarilla guiando nuestro movimientos. Riccardo está usando Virtuoso. Arion tiene la pelota y la luz me señala a mi, perfecto. Estoy cerca de la portería.
La pelota me llega, venga que esta es mi oportunidad de empatar.
Venga voy a hacer la súper técnica que me enseñó Jude.
-AAAARGH... PINGÜINO EMPERADOR NÚMERO DOS- Marqué ¡Marqué! Todos vinieron a abrazarme-Venga chicos¡A desempatar!
-¡SI!
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Estamos volviendo a casa. Hemos ganado 4 a 3 a favor nuestro. Arion rompió el desempate con Chut Vendaval. Ahora sí que podemos decir que la revolución comienza. También parece ser que los chicos del equipo también han despertado y ahora quieren jugar al fútbol de siempre.
Bajamos todos del autobús y busco a Víctor con la mirada, pero no le encuentro. Ya le agradeceré mañana por evitar que me lesionen.

Al llegar a casa veo a todos los del antiguo inazuma japon en casa, bueno, todos menos Axel.
Han hecho una cena para celebrar la victoria y el inicio a un camino arduo y difícil. Cassidy también está aquí, me alegro de verla, pero me sabe fatal lo sucedido.
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Han pasado 2 horas desde que la cena se terminó. Hacía tiempo que no nos reuníamos a celebrar algo todos. Me lo he pasado muy bien, entre risas y piques, pero durante la cena no paraba de pensar en esos ojos ambarinos mirándome con preocupación. ¿Por qué? No lo entiendo. Mientras pienso en ello caigo en los brazos de morfeo. Hacía tiempo que no tenía esta sensación de tranquilidad y relajación.