Capítulo 1

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-Déjame en paz -dijo la chica con tono duro mientras rodaba los ojos.

- No puedo, solo dame una oportunidad, no tienes por qué ser odiosa.- replicó el castaño tomándola por la cintura, ante tal gesto; ella se tenso.

- ¡Qué no joder! -Gritó saliendo de la cafetería, detestaba a ese chico.

Chloe; al salir de la cafetería se colocó los audífonos y caminó sin rumbo alguno, solo quería estar sola.... Lejos de todo, o mejor dicho de todos. Solo soportaba a dos personas en el mundo, y probablemente estarían en clase.

Mientras caminaba encendió un cigarrillo, vicio que hasta hace dos años ella había dejado atras, pero como dicen "Cada quien se mata a su manera" Pero ella ya tenia muchas cosas que la mataban por dentro.

Al estar por fin sola, recordó al chico sintiendo fastidio, pues llevaba días pidiéndole una cita, no había cosa que ella repudiara más a que alguien se humillara de tal manera.

Por que no entienden que no quiero nada, yo solo se que nunca amaré más a nadie de lo que lo que lo amaba a él,su partida no sólo me trajo desgracia e infelicidad a mi, si no también a toda persona que estuvo cerca de él.

Pensó Chloe, muy dentro de ella quería llorar y gritar que lo extrañaba, pero eso era algo que ella nunca iba a admitir, ni mucho menos realizar.

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La castaña subió las escaleras rápidamente y entro en su habitación, estuvo caminando por horas y por fin estuvo sola consigo misma.

Tomó una ducha, el agua caliente hacia efecto sobre sus músculos tensos y la relajaba, su largo cabello se mojaba y alisaba con el champú. Al salir de la ducha vistió una pijama, y bajo al sofá a ver televisión.

Canal tras canal era aburrido, lo mejor que pasaba era sobre una chica diva de 9 años que lloraba por comer brócoli, lo cual le pareció a Chloe una estupidez.

-Hola - Saludó su madre al entrar por la puerta, para seguidamente reprocharle acerca de su olor fuerte a tabaco.

-¿Podrías dejar de meterte en mi vida? Preocúpate primero por no morir de alguna enfermedad venérea.- Replicó sin pensar.

A Chloe ni siquiera le había dado tiempo de ver como su madre se acercó enfurecida al sofá antes de recibir el golpe.

Al ver la pérdida de estribos de su madre Chloe subió rápidamente la escalera, pues sabia que este sólo sería el comienzo de otra golpiza, cosa que no le hubiera importado si tuviera fuerzas para defenderse, pero sin comida en su estómago no era fácil pelear.

Al llegar a su habitación cerró fuertemente la puerta con pestillo, y fue a hacer aquello que hacía para liberarse de la vida que tenia, o tal vez aquél, de tantos vicios; era el que peor le había hecho a su vida.

Inhaló rápidamente el humo de la marihuana, olvidando lo que pasaba, sintiéndose libre, cuando en realidad lo que hacia era atarse a unas cadenas de las que ni siquiera ella, podría salir sin ayuda alguna.

Luego de hacer de nuevo aquello que le había prometido a su amigo no hacer, se recostó en su cama, ignorando los gritos de su madre, y relajándose, olvidándose de toda culpa, y carga que ella podía sentir, y de todo estrés.
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Al día siguiente Chloe se vistió para asistir a la universidad, fastidiada de otro día más, pero al menos ya era viernes, y aquello significaba fiesta, lo cual ella amaba.

Se arregló como siempre, su cabello azul suelto, un delineado negro en sus ojos, y ropa un tanto peculiar. Cuando terminó, fué a la cocina por una manzana y un vaso de agua, para tener algo por fin en su estómago.

Se dio cuenta de que su madre ya había salido así que levanto su bolso, tomo sus llaves y salió caminando rumbo a la misma rutina semanal.

Al llegar a la escuela, sonó el timbre y fueron a clase, Chloe se sentó con su único amigo, desde que se convirtió en la persona que era, él fue el único capaz de soportar su carácter,y al mismo tiempo tener un poco de importancia en su vida.

-Hola Chlo -Dijo abrazandola, cosa que a ella no le gustaba, pero aun así lo dejaba hacerlo.

-Hola Jeremy - Saludó neutralmente, sin ser cortante pero tampoco dulce.

Empezó la clase de Matemáticas, Chloe a pesar de ser rebelde aprendió que sin importar su personalidad y comportamiento este mundo es de competencia, y debes ser lo mejor en lo que haces, por eso era la mejor de la clase o al menos eso intentaba.

-Te debo confesar algo - susurró el rubio a Chloe.

-Sabes que estoy para lo que necesites- dijo regalando una sonrisa fugaz, pero suficientemente larga para que el la viera.

- Johnson, Parker, hagan silencio o los saco de la clase -Sentenció el profesor a lo que chloe encogió los hombros.

-No me interesa si me saca o no, de todas formas no es algo que me parezca extraño. -contestó Chloe.

-Le recuerdo que existen los puntos de comportamiento, y no pienso seguir escuchandola, salga de mi clase señorita.- Y así la sacó (De nuevo) el profesor.

Ella recogió sus libros y se levantó del asiento, con una sonrisa irritante para cualquiera que no conociera su peculiar actitud.

-Maldita perra, que raro que seas inadaptada.- Susurró Elizabeth riendo cuando Chloe pasó a su lado.

-Seré una maldita perra pero al menos no me pusieron el cuerno con una "inadaptada".-Dijo Chloe divertida, recordando como el novio de la rubia gemía su nombre.

Y mientras tanto, su mejor amigo, se quedó mirando la puerta angustiado pues lo que tenia que contarle no era de esperar.

Espero que les haya gustado.

Con cariño Alejandra.

Jodida Resaca. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora