cosas -luzo-

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Y hay estaba, en el lugar donde todo el amor que sintió hacía una simple persona se derrumbaria, convirtiendo ese sentimiento que alguna vez le causó felicidad en un sentimiento tan doloroso, que con sólo pensarlo le causaría un gran dolor.

Tenía que habérselo imaginado, aliviando así un poco el dolor que en ese momento sentía más la impotencia, porque ¿cómo una persona tan perfecta podría estar con alguien tan roto como el?, pero no, lo único que hizo fue imaginar el futuro que en ese momento pensó que podrían tener juntos. Solo pensar en eso lo hace sentirse como la persona más tonta de todo el mundo.

Sonó una melodía que en toda su vida nunca la habia tomado con importancia, más ahora esa misma melodía era el comienzo de una vida llena de dolor, causada por un corazón roto.

En ese momento en el que la persona que más amaba estaría atada a una vida junto a otra persona, olvidándose de él, lo único que podía hacer para aliviar aún que sea un poco del dolor que ahora sentía era recordar, recordar el momento más feliz de toda su vida, ese que siempre atesorara.

El comienzo de lo que alguna vez creyó, que era el comienzo de algo hermoso, que duraría para toda la vida. Tenía un poco de razón, pero no toda.

                                                    Flashback

El viento soplaba y las hojas caían presenciando ese momento, y/o ese golpe que la chica le había proporcionado en la mejilla, esa misma chica con la que hace unos segundos había terminado.

No había porque mentir, ese golpe si que le dolió, perdió su compostura y callo al frío suelo, mientras se acariciaba el lugar anteriormente golpeado la chica se alejaba sollozando, no entendía porque la chica lloraba, así era el amor adolescente, de eso se trataba.

Después de un tiempo se paro, para posteriormente dirigirse al lugar donde se encontraban su grupo de amigos, no tenía tantas ganas de ir con ellos, ya que sabía que recibiría sermones de parte de sus amigos.

-Luffy, ¿como puedes lastimar a una persona que no te ah echo nada?- decía una chica molesta, porque, ¿como no estarlo si tu amigo en un maldito mujeriego? - mujeriego tenías que ser.

-oye no me llames así!, y claro que me ah echo algo ¿no estas viendo mi mejilla?- decía un chico azabache con tono obvio-.

-eso no es nada comparado con todo lo que te mereces por hacer llorar a una mujer idiota!- dijo un chico de cabellera rubia - no puedo creer que hayas terminado con ella-.

-si solo me van sermonear mejor me voy, ¡vamos usopp!

-lo lamento Luffy pero, había quedado con Kaya para salir.

-bien, pues me voy- respondió acabando la conversación, para posteriormente dirigirse a la salida de ese local.

-"no puedo creer que hayas terminado con ella"- repetía con tono burlesco lo que hace unas horas sanji dijo.

Estaba tan undido en sus propios pensamientos que no se dio cuenta cuando  una cabellera peliverde se acercaba, incluso cuando le grito.

-¡muévete!

Cuando se dio cuenta ya era muy tarde.

-¡ahh¡- grito cayéndose con el extraño al piso - ¡oye!, ¡¿qué te pasa?!

-¡eso te debo preguntar a ti!, te grite y no te apartabas.

-¡per- se interrumpió a sí mismo al ver el rostro de aquel extraño - ...

-deja de mirarme y levántate.

Después de decir eso el azabache se levantó del suelo, dejando al peliverde pararse.

-enserió lo siento- dijo inclinándose -estaba tan distraído que no vi que un ángel se acercaba.

-¿eh?

-hermoso ser ¿me podría dar el honor de decirme su nombres?

-jaja- reía el chico - gracias por eso , y me llamo Zoro - respondió con tono divertido a causa del cambio de actitud del azabache.

-un hermoso nombre para una persona hermosa, pero ¿sólo se llama Zoro?

-no, pero dudó mucho que sea bueno decirle a un extraño mi nombre completó.

-mi nombre es: Monkey D. Luffy. Listo, ya sabes mi nombre a si que ya no somos extraños.

Zoro suspira con diversión - mi nombre completo es: Zoro Roronoa.

-es un placer conocerte Zoro Roronoa, como disculpa por el pequeño accidente permíteme invitarte algo de tomar- Luffy dijo pero se dio cuenta de que Zoro dudaba -te prometo que no te haré nada.

Zoro suspira

-bien, pero yo elijo el lugar.

-claro - finalizó feliz por la aceptación de Zoro.

Ese fue el comienzo de algo lindo, pero sin su final feliz.

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No acepten cosas de extraños.