La cita no cita de Robin y Finney fue bastante bien, sin ninguna duda.
Se reunieron tardíamente antes de las 19 hrs, a las afueras del terreno del autocinema, bajo las normas de uniforme que debe seguir Robin portaba una fajada camisa blanquecina junto con sus siempre confiables pantalones vaqueros, sujetos por su cinturón de cuero negro un tanto desgastado, y el cabello atado en una coleta baja sin llegarse a escapar ni un solo mechón en signo de rebeldía, su bandana no estaba a la vista. Era una noche fresca en pleno estío, de esas que hacen valentonar las hojas desprendidas de los árboles en remolinos de viento, por lo que Finney se aferraba a su chaqueta de mezclilla oscura con fuerza, deseaba no haberse puesto una camisa de manga corta que afirmaba le quedaba bien, después de todos esos años de practicar deporte por las tardes tienen que rendir frutos, pero no es lo suficientemente abrigada para expulsar calidez. Espera ¿Está seguro que se le ve bien? Quizás debió traer ese suéter de algodón a rayas naranjuzcas, es un color más bonito y vivo después de todo, y es más probable que a nivel visual luzca mejor con la chaqueta.
—Te ves bien amigo, puedo escuchar desde aquí tus pensamientos ¿Desde cuándo te importa tanto tu apariencia?
Desde que tengo a alguien a quien impresionar. Piensa Finney pero no sale de su boca.
—Nunca sabes quien puede estar mirando.—Dice en cambio y su amigo hace acorde a su respuesta.
Robin pasó la mayor parte de su tiempo con él, salvo por un par de recados que debía realizar por su puesto de trabajo; le había conseguido un par de barras de chocolate rellenas de menta fresca y un cubo de palomitas, que aseguró no estaban añejas pero tenían cierto sabor peculiar que definitivamente no era mantequilla pero igual Finney tuvo que pasar por alto. Compartieron un vaso desechable de refresco solo para ahorrar un poco de dinero y se sentaron en la antes mencionada colinda al oeste ya que ninguno de los dos manejaba un auto, se unieron a un par de familias que querían disfrutar un rato de la noche estrellada de función sobre una delgada manta de picnic.
Finney no esperaba estrechar aún más su relación en ese momento, si bien ir a ver una película puede resultar muy romántico solo vas a hacer eso; ver una película. Sin embargo el chico castaño es avispado, por lo que la manera en la que Robin lo sostiene por la manga de su chaqueta para guiarlo por el camino cuesta arriba o por la forma en la que le sonríe calmadamente cada vez que da un respingo por alguna escena que lo toma por sorpresa, hace que su corazón se enternezca de pura emoción.
Al final de la velada Robin debe quedarse para asegurar que el servicio y los puestos de comida estén en orden, Finney se queda a esperarlo para que puedan caminar juntos devuelta a casa. Echa un vistazo por el aparcamiento, los discernidos patrones de llantas en el suelo polvoso le dan para pensar; hombre, espera tener su propio vehículo pronto para llevar a Robin a una cita en toda regla, quizás pasar por él a recogerlo e ir por ahí a alocarse con cualquier plan inesperado que se les ocurra en su flor de juventud. Para no dejarlo tirado por completo, mientras hace afán de limpieza Robin lanza algunos comentarios recientes que ha oído del director sobre la película, el elenco estrella y su curioso rodaje; él lo escucha lanzado algunas preguntas fortuitas que se le pasan por la mente.
Cuando fue momento de ir a casa caminaron a la par, Finney a mano izquierda y Robin de la derecha, más cerca de la línea de la calle. Ahora, Robin no era un fanático de la música pero eso no significa que no le gustara escucharla; algunas veces, al estar relajado, tararea un par de sinfonías sin llegar a cantarlas, ese es el trabajo de Finney aprenderse las letras de las canciones y cantarlas a todo pulmón cuando nadie los está viendo.
Es refrescante así, Robin usa aplausos, chasquidos, zapateos, su propia voz o cualquier parte de su cuerpo para armonizar una eufonía y Finney canta amedrentado por la reacción de su acompañante, por lo general solo canta en la ducha pero Robin siempre lo hace sentir mejor con un cumplido por su primorosa voz sin malicia entre líneas.
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¡5 𝑻𝒊𝒑𝒔 𝑷𝒂𝒓𝒂 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒓 𝑨 𝑻𝒖 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐! ⚝︎ 𝑹𝒊𝒏𝒏𝒆𝒚
FanfictionDesesperado por llamar la atención de Robin, Finney sigue los consejos de amor de una popular revista para adolescentes.