Ángel

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Frustración.

Eso era lo que sentía Yongsun al recordar las palabras del profesor que les enseñaba canto.

"Entiendelo, no sirves para esto, deberías aprovechar que recién llegaste e irte antes de que tu deuda con la empresa crezca, porque con esa voz jamás vas a debutar y solo terminaras debiendo los miles que la empresa invertiría en un entrenamiento que no te sirve"

Las lágrimas bajaban por su rostro al pensar en aquello, aún no lo entendía, ella no sentía que cantara mal, sabía que no era su fuerte pero tampoco lo consideraba una debilidad

"Vuelve a casa con tus padres, seguro ellos te dirán que tienes talento solo por cortesía, no te conviene estar aquí"

Pero Yongsun no tenía una casa a la cual volver porque cuando ella decía que lo había dejado todo por esa empresa era realmente todo.

Recibió un mensaje de Hyejin diciendole que llegaría pronto al dormitorio y que se le había ido el tiempo pasando el rato con Wheein, pero Yongsun no quería compañía, no quería nada en realidad.

Había llegado al punto de quiebre por las contantes palabras hirientes h comparaciones de sus compañeros, sentía que había llegado a ese punto de no retorno donde lo único que quería era que no hubiera nada, que no estuviera ella

Tratando de huir de la que hasta ahora de había convertido en una gran amiga tecleó un sencillo "no estoy en el dormitorio" para luego tomar su teléfono y salir de ahí. Pensando a donde ir -porque no era una opción ahogar sus penas en el pasillo- se le ocurrió un único lugar donde querría estar y ese era la terraza así que se dirigió a las escaleras que daban aaaella y las subió rápidamente acercándose a la orilla del edificio donde el viento moldeaba su pelo y secaba sus lágrimas.

No era la primera vez que estaba ahí, claro está, pero era la primera vez que aquel lugar le parecía tan frío, tan asfixiante, con el viento soplando fuertemente como su quisiera empujarla.

Y Yongsun no quiso, pero lo pensó, nuevamente como hace años llegó a ella el instinto de querer saltar hacía donde no había suelo, de querer lastimarse y solo el pensamiento dolía por sí solo, por que si nisiquiera ella sentía que hubiera razón para mantenerse ahí entonces ¿La había? ¿A alguien le importaría si no volvía?

No

Figuró en su mente

Si en ese lugar no servía y en su casa no la querían, ¿Valía la pena buscar un espacio en donde no lo tiene? Porque ella no encajaba a menudo se lo decía su mente, porque la gente no veía el modo en que su mente la torturaba y hacía llorar internamente cada segundo, su alma se desgarraba y no encontraba como repararla. Observo sus muñecas y recordó aquel papel que hace años le había marcado una sentencia de muerte

Hospital psicológico de Seúl

Paciente: Kim Yongsun

Edad: 15 años

Diagnóstico: Depresión crónica (Riesgo de muerte)

La paciente presenta signos de autolesion y un aborrecimiento nocivo hacia su persona, incluso teniendo problemas de atentamiento contra su propia vida

El viento la empujaba más fuerte y ella no lo olvidaba, ella no podía olvidar lo, el aborrecimiento de su madrastra y hermano, el descuido de su padre y el abandono de su madre, la prensa hablando de ella como el más grande error del matrimonio perfecto, las noches de llanto desconsolado y las veces escondida en el armario para evitar el maltrato de la mujer que se suponía la cuidaba

Siempre creyó que al empezar a entrenar todo mejoraría, que su sueño sería más fuerte pero ahí estaba, llorando nuevamente por la frustración y la impotencia de no encajar tampoco ahí.

El viento asotaba y cuando menos se dio cuenta ya estaba tratando de subir por el corto muro de concreto que bardeaba la terraza.

Y cuando menos se dio cuenta quería tirarse de esos siete pisos y finalmente acabar con el sonido ensordecedor de las voces diciendole que no valía

Y cuando menos se dio cuenta sus piernas temblaron por caer

Pero también, cuando menos se dio cuenta una chica pelinegra había llegado a la terraza y la observaba con terror, acercándose lento al no saber que hacer

Yongsun se sentó al borde de ese muro de concreto para tomar un último respiro antes de poner fecha a esa acta de defunción que llevaba varios años esperando por ella.

Y se soltó pero sintió algo que le impedía irse. Sintió a alguien y las lágrimas volvieron a invadir su rostro al oírla

-No Yongsun, por favor no lo hagas- Dijo la chica que se aferraba a ella, impidiendo que dejara este mundo lleno de crueldad

-¿Porque? Este mundo no me necesita, no hay una razón para que esté aquí

-Entinces yo te la daré, créeme Yongsun que no descansaré hasta darte una razón de vivir

Y Yongsun lloró más porque por un momento se sintió querida

...

Para cualquiera parecería romántica la escena, amabas chicas acostadas en el piso mientras se abrazaban, una de ellas aún con los rastros de las lágrimas de hace unas horas en su rostro

Habían estado así por un buen rato, con Yongsun soltandolo todo y Moonbyul solo dejando que se desahogara sobre su hombro, sin hablar ni preguntar nada, solo ofreciéndole el abrazo que la ojiverde tanto necesita sin saberlo

-Yongsun -Habló la pelinegra al ver por fin más tranquila a su compañera -¿Estás bien?

-Yo... Si creo que ya lo estoy- Respondió con voz suave

-¿Quieres hablar de lo que pasó?

-No lo sé, Dios, estuve a punto de cometer una locura-Dijo ya con la mente más clara -Gracias Moonbyul, en serio gracias por salvarme

-Sería mejor si no hubiera tenido que hacerlo, se que no nos conocemos de hace mucho pero realmente me sentiría muy mal si me enterara de que hiciste algo así... Me diste un buen susto Sun

-Claro, lo siento, y siento que me hayas visto de ese modo

-No te preocupes, todos somos humanos a fin de cuentas, a menos que quieras confesarme que en realidad eres un ángel y lo que querías era volar- Exclamó a modo de broma

-Creo que más bien tu eres el ángel Byulyi, mi ángel salvador

-Asumire el crédito, ¿Quieres contarme porque necesitaste que te salvará?

La castaña le contó todo, las palabras de los profesores, el recuerdo de su rotación historia familiar y todo lo que sentía por dentro. Luego la pelinegra también le contó su historia y lo mucho que extrañaba a su madre. Pasaron un rato juntas relatandose su vida la una a la otra hasta que la noche se sintió demasiado adentrada y el frío les empezaba a calar en los huesos, entonces decidieron bajar y Moonbyul acompañó a Yongsun a su habitación "como una medida de precaución" excusó la menor y luego de dejarla ahí se dirigió a la propia donde simplemente se dedicó a dormir.

𝑀𝑦 𝑟𝑒𝑎𝑠𝑜𝑛 𝑡𝑜 𝑙𝑖𝑣𝑒  ·𝙼𝚘𝚘𝚗𝚜𝚞𝚗·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora