El joven Hwang acaba de terminar una relación muy tóxica, lo que le causó muchos problemas hasta el punto de querer acabar con su vida. Decidió que era buena idea estar en terapia y bueno... Algunas cosas ocurrieron.
¿Volverá a ser feliz?
¿Encontrar...
Pasado el tiempo había llegado el día de otra terapia, así que Hwang estaba organizando la ropa que se iba a poner, una camisa color crema junto a un jean cargo color café oscuro y unas Jordan negras.
En su auto rumbo a el hospital estaba pensando en todo lo que había hecho ese día que había ido a clases de yoga que por la misma vergüenza dejó de ir.
Su amigo Han se había distanciado un poco ya que estaba en época de exámenes, pero eso no quitaba que no le preguntara diariamente cómo se encontraba, así que no pudo comentarle sobre su situación, aparte, no tenía muchas ganas de hacerlo ya que la respuesta más segura que le iba a dar era simplemente que se lo follara.
Estando al frente del hospital vió su reloj, faltaban 20 minutos para que comenzará su cita así que bajó del auto, fue a registrar su ingreso para luego sentarse en una sala de espera cerca del consultorio esperando su llamado.
Por otra parte, Felix, el día que vió a Hyunjin en la clase de yoga se percató de cada una de las miradas que le daba el pelinegro, aunque, por un momento pensó que había sido algún tipo de pensamiento estúpido que le llegó.
No lo negaría, ese chico era espactacularmete guapo, pero debía aprender a separar su trabajo, vida privada y deseo sexual, porque, eso era lo que le hacía sentir el chico, deseo sexual, ¿No?. Felix No era un chico ninfómano, al contrario, encontrar a alguien que despertará deseo sexual en él era algo que no se veía a menudo y menos cuando tenía que estar atendiendo pacientes desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde y cuando salía debía organizar cada uno de los casos, planear la siguiente consulta, simplemente, no tenía tiempo, mayormente atendía a adolescentes por tanto no era usual ver a un joven de ésta edad así que tal vez y solo tal vez por esa razón el chico le llamaba la atención.
Sabía que tener ese tipo de pensamientos y sentimientos estaba en demasía mal, lo recordaba cada día.
El verlo en las clases de yoga lo hizo querer ir, aunque el cansancio de su cuerpo no ayudará, pero no volvió a verlo, tal vez no le había gustado o iba otros dias pero no volvieron a coincidir, solo esperó a que el día de la consulta llegara para poder verlo, sabía que nada entre ellos ocurriría o por lo menos eso pensaba, lo llamó para que entrará al consultorio y lo vió entrando, se veía en demasía, hermoso.
- Hola, Hyunjin, ¿Cómo te ha ido? - Empezó hablando al momento que lo vió sentarse en el sofá frente a él.
- Buen día, doctor, me encuentro bien. - Hablo con una sonrisa, trataba de sacar de su mente esa situación que lo atormentaba.
- Es bueno saber eso, y dime, ¿Encontraste algún hobby? Me dí cuenta de que si estaba buscando alguno, ¿Verdad? -
- De hecho sí, las clases de yoga me agradaron, ahora voy muy a menudo, también comenzé a pintar, es algo que ya hacía desde hace muchos años pero renuncie porque Jeongin me dijo que era algo inútil, supongo que lo és pero me gusta... - Lo último lo dijo en voz baja, aún le dolía recordar a la persona que amo más que nada, puso su confianza en sus manos y solo se aprovechó. Felix tenía un sentimiento negativo hacía el chico que lo había tratado así, no lo culpen, Hyunjin demostró ser un chico demasiado encantador, al saber su historia y pasado se deba cuenta de cuan fuerte había sido, era momento de que volviera a ser feliz, esperaba ayudarlo y que lo logrará.
- Me alegra saber que volviste a hacer cosas que te gustan y probaste cosas nuevas, ¿Cómo te sientes últimamente? ¿Volviste a tener algún ataque de ansiedad o alguna recaída? - después de eso, Hyunjin, le contó sobre sus días, se sentía mejor pero algunos días simplemente volvía a recaer, era como un ciclo, sentía que no había mejorado en nada, solamente que ahora se distraía. Cuando no hacía nada se sentía otra vez en la miseria, no tanto como antes, se sentía mejor pero no bien. -Mmm... Ya veo... He considerado resetarte antidepresivos, realmente creo que podrían ayudar mucho - Hyunjin soltó un suspiro y miró al suelo - No debes sentirme mal por esto. -
- Ya debería haber mejorado... -
- Todas las personas tienen procesos diferentes, probablemente sientas que es por el tiempo que has estado en tratamiento pero quiero que recuerdes algo, la depresión y la ansiedad no tienen cura, vas a tener que aprender a vivir con ello y por el momento deberás usar medicina para sobrellevarlo, poco a poco la dosis será mínima hasta que ya no debas consumir ni gin tipo de medicina. - Después de ésto hablaron por más tiempo, Felix explicó cosas importantes, dio consejos y permitió que se desahogara sin algún tipo de filtro.
Al momento de finalizar la consulta, Felix dió su número a Hyunjin, claramente, para algún tipo de emergencia, nunca había hecho eso pero por alguna razón simplemente lo hizo.
Usualmente las personas siempre tienen un número de emergencia, ese número de emergencia es al que puedes confiar hasta tus mayores secretos, problemas o simplemente pasarla bien, pero, ese número de emergencia no le contestaba. En medio de un ataque de ansiedad provocado por estar recordando cosas que ocurrieron en el pasado, cosas que hasta la fecha no podía superar, algo que lo marco de la peor manera. Estaba desesperado, no sabía a quién llamar, hasta que recordó que días días antes, en su terapia, el doctor Felix le había dado su número para alguna emergencia, tomo su celular nuevamente y medito por el lapso de 15 a 25 segundos si en verdad debería llamar, no tenía a nadie más a quién acudir así que lo hizo.
- ¿Hola? - Una voz en demasía, adormilada se escuchó al otro lado de la línea telefónica después de estar sonando por algunos segundos no muy largos.
- Felix, ne...necesito tu ayuda. - Un sollozo se le escapó, el cual hizo a Felix sentarse en su cama, había reconocido la voz. - Por favor... - Dijo. El rubio espero unos segundos para comenzar a hablar.
- ¿Estás solo? Puedo ir a tu casa si lo necesitas. - Trató de hablar con suma tranquilidad, debía transmitir calma para no alterar más al mayor.
- Ven, no qui...quiero estar solo, ten...tengo miedo. -
- No cuelgues la llamada, envíame tu dirección e iré en este momento. - Dijo. Como respuesta recibió un sonido positivo, al momento de eso le llegó un mensaje de texto con la ubicación de Hyunjin.
Rápidamente agarró una chaqueta, se puso tenis y salió de su apartamento para el estacionamiento en busca de su auto.
- Bien, tu dirección está cerca a mí así que no demoraré en llegar, ¿Hiciste algo que pudiera dañarte? - Preguntó pues necesitaba tratar de averiguar si necesitaba algo más que su presencia y también tratar de distraerlo en lo que llegaba.
- No. - Respondió. Se escuchaba que aún no dejaba de llorar. En realidad no hablaron mucho en lo que el rubio llegaba a la casa del pelinegro, solo fueron simples preguntas que hacía para saber que no había empeorado.
Al llegar Hyunjin le dijo el número de piso y apartamento, también la contraseña del piso puesto que no podía moverse.
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Bien, no es lo mejor que he escrito pero dije que iba a actualizar
A veces no sé cómo hacer muy bien la trama Porque la idea la tengo, solo que se me ha complicado desenlazar
