Capítulo 6

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No pueden culparlo por querer alimentar lo que no existía, le gustaba crearse expectativas y confundirse a el mismo cuando se trataba de Louis.

Harry se sentía enamorado hasta la médula y un imbécil también por seguir sintiendo aquello después de tantos años, no entendía como funcionaba el amor y tampoco le interesaba lo que si sabía era que necesitaba terminar con eso y conseguirse un nuevo amor platónico o quizás un novio pues no podía seguir en la misma situación en dónde había estado desde que conoció a Louis, en la nada.

El asiento era cómodo y ahora solo podía enfocar su vista en aquellas avenidas y tiendas que se dejaban ver a través de la ventana, Louis había insistido en llevarlo a su casa al ver la hora en el reloj y lo peligroso que sería mandarlo en un taxi olvidando así que siempre que su empleado terminaba tarde se iba en uno.

La razón de que Louis lo llevará a su casa, se preocupaba por Harry.

Justo en estos momentos ambos estaban batallando para no quedarse flechados mirándose entre si porque uno tenía que mirar el camino y otro tenía que guardar la poca dignidad que le quedaba.

Harry se sentía ofendido y usado, pero quizás estaba aceptando la parte en la que el mismo se había dicho que una sola noche bastaba para el pero justo ahora se estaba volviendo un codicioso y deseaba volver a revivir aquel momento en dónde por un corto tiempo sintió que Louis le pertenecía.

El carro se detuvo al igual que el tren de sus pensamientos, Louis apagó el motor y se giró para ver a Harry esperando a que este se bajara pero el chico seguía quieto mirando hacia el frente sin decir nada.

—Hemos llegado.—Aseguró por si Harry no lo había notado.

—Oh si gracias.—Dijo Harry una vez volvió a la realidad.

—Lamentó haberte traído tan tarde no sabía que vivías muy lejos.—El chico de ojos verdes podía asegurar que esa sonrisa que Louis le dio fue la causante de hacerlo decir aquella imprudencia.

—Son las tres de la mañana y creo que de aquí a tu casa será un largo camino ¿No quieres quedarte?.—Apenas notó lo que había dicho sus mejillas se sonrojaron al pensar que Louis creería que estaba siendo abusivo por creer que eran amigos.

—Claro.—Harry entre abrió la boca sin creer lo que había dicho su jefe.—Pero tengo que decirte que ronco de noche.

Harry solo quedó quieto en su asiento observando como Louis apagaba todo y se bajaba del carro esperando a que el hiciera lo mismo, al bajarse el aire choco contra su cara dándole pruebas de que aquello que estaba pasando era real y no un truco de su imaginación o uno de los falsos escenarios que se hacía casi siempre para sobrellevar su miserable existencia.

Caminaron en silencio hacia el ascensor, Harry podía sentir la mirada de Louis en el y pudo ver por el espejo que los ojos celestes estaban muy concentrados en su trasero lo que hizo que por milésima vez su rostro estallara en un leve rosa.

Abrió la puerta de su departamento y en menos de un segundo el maullido de su gato se dejó oír en el silencioso departamento. Mermelada llegó hacia el y se restregó contra su pierna en busca de una caricia, Harry sonrió y por impulso se agacho para acariciar el pelaje de su gato negro.

Louis se acercó a su lado y de igual manera acaricio al gato quien de inmediato se alejó ante el tacto y le gruño, bueno debía admitir que no era muy fan de los gatos es por eso que prefería a los perros.

El dueño del lugar dejo comida para su gato y se apresuró a preparar café y algo de comer, ya era muy tarde pero sabía que ambos estaban hambrientos y que no era muy saludable ir a dormir con solo unas donas en el estómago.

Mientras dejaba que la comida se prepara en la estufa se acercó hacia su jefe quién estaba sentado en el sofá mirando a su alrededor como un pequeño niño, estaba pensando que los cuadros se veían geniales pues Harry era amante a tomar fotografías en sus tiempos libres y tenía un montón de porta-retratos en las encimeras con fotos que el creía eran importantes.

El asiento se hundió en cuanto Harry se sentó a su lado nervioso y sin saber que decir hasta que Louis hablo:

—Bonito departamento.—Eso fue suficiente para que Harry se relajara y dejara de sobre pensar todo.

—Gracias señor Tomlinson.

—Fuera de la oficina me puedes llamar Louis.

—Oh Dios lo siento es solo formalidad.—Dijo mordiéndose el labio como un acto de pena.

—Creí haberte dicho que soy Louis, no Dios.

Harry abrió sus ojos con sorpresa al escuchar esas palabras, era tonto pero sabía muy bien que cuando estaban en el baño la otra noche Louis había dicho exactamente lo mismo, algo que estaba relacionado a que su nombre sería lo único que diría en cuanto sintiera placer.

¿Así que el recordaba todo?.

—¿Tu-tu te acuerdas?.—Preguntó entre balbuceos llevando su mano a su frente muriendo de la vergüenza.

—Podría mentirte y decirte que no recuerdo absolutamente nada pero sería mentirme a mi mismo porque en mi mente está claro cada momento que pase contigo.—Se acercó hacia Harry y quitó lentamente sus manos para ver el rostro del chico.—Recuerdo haberte visto bailar tan sensualmente mientras me mirabas y yo deseaba tomarte en medio de la pista de baile.

El sentido del habla se había desvanecido en Harry quien ahora no sabía que decir o hacer, su jefe recordaba todo y justo ahora se lo estaba diciendo, recordaba haberlo jodido en el baño y haberlo follado incontables veces en la habitación de un hotel, estaba admitiendo que quería follárselo desde que lo vio bailando aquella noche.

—Yo pensé que se había arrepentido por eso no quería sacar el tema está mañana usted lucía muy molesto.

—Lo estaba.—Louis puso su mano en el muslo de Harry y comenzó a dar caricias lentas que iban de arriba hacía abajo.—Despertar solo en una habitación de hotel cubierto de tu jodido olor y sin ti no es nada bueno.

—Lo siento no quise irme así sin avisar pero tenía miedo de tu reacción.—Harry estaba delirando por aquella mano que ahora estaba frotando su entrepierna.

—Cometiste un error ricitos.—Dijo Louis acercándose hacía su oído.—No debiste hacerme enojar.

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