Parte 15

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Advertencia de siempre, Drex siendo una version más oscura y cruel.

Here We Go...

Su rostro se drenó de color, el corazón le dio un vuelco, sintió que se le abría un hueco en el estómago y le flaquearon las rodillas. Se dejó caer sobre la cama, el cuchillo se le escapó de las manos y cayó al suelo con estrépito. Le fallaba la respiración y la cabeza le daba vueltas, pero sólo podía concentrarse en las palabras burlonas de la pantalla.

"Soy Drex"

Drex había entrado en su habitación. Otra vez. Sin que ella lo supiera esta vez. Había descubierto su número de teléfono. Sin que ella se diera cuenta, se había llevado una foto de sus amigos...

Sacudió la cabeza y se levantó con torpeza. Olvidó el teléfono en la cama y se llevó los dedos al reloj de pulsera. Iba a usar el botón especial y llamar a sus amigos, vendrían y juntos atraparían a Drex de una vez por todas...

Su teléfono volvió a sonar y vibrar, rompiendo el silencio. Se detuvo y miró con temor el aparato por encima del hombro. Éste vibró un par de veces más y ella suspiró con un escalofrío, tomando el teléfono para comprobar los nuevos mensajes.

«Sé que Henry Hart es Kid Danger»

Se le paró el corazón.

«Sé dónde viven él y tu otro tonto amigo, lo sé todo sobre sus familias»

«Se de la pequeña Piper, del alcoholismo de la madre de Jasper, y sé los horarios de tu mami en el hospital»

Con cada mensaje su corazón se detenía brevemente para latir con más fuerza segundos después, su estómago se retorcía y apretaba dolorosamente mientras todo su cuerpo temblaba de miedo.

El último mensaje era una foto.

Jadeó, sintiendo como si algo le hubiera golpeado el estómago con fuerza suficiente para dejarla sin aliento. Era físicamente doloroso. Era una foto de su madre en el trabajo. A esa misma hora. Llevaba el uniforme de enfermera y el peinado que le había ayudado a hacerse ese mismo día.

"Sé que tus amigos le pusieron un rastreador a tu mami, pero no creo que sean lo suficientemente rápidos para alcanzarla a tiempo si haces alguna tontería»

«Tengo gente vigilándola, con una orden pueden hacerle un montón de cosas bastante malas...» amenazó.

A Charlotte se le cortó la respiración. Sintió que las paredes de su habitación se cerraban a su alrededor y, de repente, el aire era denso y caliente. Necesitaba aire fresco.

Caminó hacia la ventana. La abrió y sacó la cabeza, apoyando el brazo en el alféizar, tomando bocanadas de aire fresco con los ojos cerrados, de los que habían empezado a caer lágrimas.

No supo cuánto tiempo pasó en aquel lugar, intentando calmar su respiración agitada y su corazón desesperado, cuando su teléfono volvió a vibrar.

Abrió los ojos, con los labios temblorosos, mientras desbloqueaba la pantalla y echaba un vistazo al mensaje.

«Mira por la ventana, muñeca»

Sabía que lo que hubiera afuera empeoraría la situación, pero su curiosidad y, sobre todo, su valentía, la obligaron a no mostrar temor, a levantar los ojos y mirar por la ventana hacia la oscuridad del exterior. Allí lo divisó, una forma de rasgos apenas distinguibles. Alta, ancha, exhalaba un aura amenazadora. Era él, tenía que ser él.

Le hizo un gesto de saludo con la mano que se notó burlón y eso lo remató todo. Sintió que su miedo se transformaba en rabia y enfado porque estaba jugando con ella, poniéndola de los nervios y volviéndola loca con sus retorcidos juegos y no sabía por qué, con qué propósito. Tomó su teléfono y le contestó.

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2023 ⏰

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