Hey, soul sister🌹 |•| Sproier |•| Tinyverse Au *Finalizada*

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Oyó como el timbre de su casa sonaba, se levantó a duras penas de su cama molesto, maldiciendo por lo bajo notablemente molesto, ya que habían interrumpido su sueño

Aunque, no había podido dormir en toda la noche..

Abrió la puerta, encontrándose con nada detrás de esta, hasta que bajó la miraba observando una caja

—Que?... No—

Volvió a cerrar la puerta, dejando la caja fuera

Sabía perfectamente lo que era, y no volvería a caer..

Había perdido a su alma gemela hace tan solo un mes atrás..

La depresión lo había consumido totalmente, perdió a su pareja, perdió su trabajo, perdió su vida..

No quería volver a revivir esos recuerdos, simplemente deseaba poder olvidarlo, a él y a todo lo demás

Deseaba poder comenzar otra vez, pero sin necesidad de un alma gemela

Se sentó en su sofá, encendiendo su teléfono, encontrándose con el buzón totalmente vacío.. nadie le enviaba mensajes o notificaciones

Actualmente, era un don nadie

Llevo sus manos a sus oscuros cabellos, estirando de estos soltando un pesado suspiro, observando el suelo

Su timbre volvió a sonar, sabiendo perfectamente que ese estúpido Tiny lo estaba esperando fuera

Volvió a gruñir mientras se levantaba del sofá, yendo hacia la puerta de entrada, abrirla, tomar a la caja y entrar la misma, dejándola en la mesa de la cocina

Esto era ridículo para él, podría simplemente dejarla allí y perder toda oportunidad de volver a tener un alma gemela, pero sabía perfectamente que no podía hace eso.. ya que no era la culpa de la otra persona

Tal vez, si encuentra a su alma y la rechaza, su lazo se rompe y esa persona no sufrirá en un futuro, y él se convertirá en un No destinado, por siempre.

Abrió la caja, quitando sin cuidado los moños que adornaban hermosamente la caja en dónde venía el Tiny

Al quitarla, observó la pequeña casita, lo primero que hizo fue buscar el nombre del Tiny

—Roier..—

Dijo al leerlo en una esquina de la misma, notó como el Tiny salía de su casita, algo tímido

Frunció el ceño, recordando de dónde lo conocía, hasta que finalmente la imagen de aquel trabajador del mini super llegó a su mente

Genial, lo único que faltaba

—Porque?.. porque vos?—

Le habló al pequeño Tiny, quien traía sus manos detrás de su espalda en señal de timidez

—Mirá, no estoy interesado en tener Tiny ahora, así que mañana vamos a buscar a tu yo humano y lo voy a rechazar—

El Tiny lo observo triste, apenas lo conocía y ya lo estaba rechazando

—no me mirés así, yo no pedí un Tiny nuevo...—

El pelinegro se levantó de su lugar para abrir un poco la ventana y comenzar a fumar bajo la atenta mirada del pequeño Tiny

Volteo la vista hacia él, analizando un poco su apariencia, dándole una calada a su cigarrillo para luego soltar el humo con sabor a nicotina

—Porque te pareces tanto a él?...—

Habló, dándose cuenta que realmente se parecía a su ex pareja

El Tiny se encogió de hombros, observando su ropa algo extrañado

—Me llamo Spreen, pero no te encariñes, mañana vamos al kiosco y voy a hablar con tu versión humana.. yo no te quiero—

Esas palabras lastimaron al pequeño Tiny, quien llevo su manito donde se encontraba su corazón, sintiendo un enorme pinchazo en esa zona

Las pequeñas lágrimas amenazaban con salir de sus ojitos, estaba siendo demasiado cruel

—estas llorando?... No seas boludo, podés meterte a tu casa y esperar ahí hasta que vayamos a hablar con el otro, así no te encariñas—

Habló nuevamente el de cabellos oscuros, terminando su cigarrillo y yendo hacia la cocina, dejando solo al Tiny.

Al volver, luego de unos largos minutos con un plato de tostadas en su mano, se sentó nuevamente en el sofá, encendiendo el televisor comenzando a ver un juego de fútbol

El Tiny estaba sentado sobre la mesa, abrazando sus piernitas, observandolo desde lejos como este comía sus tostadas

Tenía hambre, pero como no podía hablar no podía pedir comida, así que tenía que hacer algo para poder llamar la atención del pelinegro

Observo unas llaves sobre la mesa, las tomó para luego tirarlas al suelo, haciendo un estruendo y llamando la atención del chico

—que hacés?, Que querés?—

El Tiny le hizo una señal de que tenía hambre, el pelinegro suspiro frustrado llevándole un pequeño pedazo de su tostada con aguacate (palta, cómo le dice él)

—ahora sí, deja de romper las pelotas que estoy viendo el partido—

El Tiny le sonrió tiernamente al pelinegro, recibiendo gustoso la tostada

Observo al chico volver a su asiento nuevamente, se sentía muy triste porque él no lo quería, pero no se iba a rendir tan fácilmente, él quería que él lo quiera, quería amor

Necesitaba conseguir su amor...

×=×=×

El pelinegro observo al pequeño Tiny en su mesa, le parecía extraño que no haya hecho ningún otro ruido luego de la llave

Vio que este estaba totalmente concentrado en escribir en una papel que había encontrado por sobre la mesa, ni siquiera le importó de qué era ese papel, ya nada le importaba

Se levantó de su asiento para ir a ver qué es lo que hacía el Tiny, observo la hoja y notó que este estaba dibujando

—¿Te gusta dibujar?—

Preguntó, asustando un poco al Tiny al oír su voz tan repentinamente, este lo observo con una sonrisa asintiendo como respuesta

El pelinegro se sentó en una silla, observando cómo el pequeño Tiny seguía dibujando, ya que no tenía nada más importante que hacer

Tenía que esperar aún hasta que termine el día, ya que sabía perfectamente que el mini super no abría por los sábados, y los domingos solo abría por las tardes, así que tenía un largo rato de espera

Luego de un rato, el Tiny termino su dibujo y se lo entrego al pelinegro, era un pequeño perrito, le sorprendió el hecho de que él Tiny dibujara tan bien

Tal vez su versión humana dibujaba así de bonito que su Tiny... Eso no lo sabría hasta conocerlo bien

—esta bien—

Fue lo único que dijo, para luego levantarse de su silla, tomar su abrigo y abrir la puerta

—Voy a caminar, quédate acá y no salgas, ya vengo—

Fue lo último que dijo, antes de salir de su casa, cerrando la puerta detrás de él y dejando al Tiny completamente solo

Este observó unos segundos la puerta, jugando con sus pequeños deditos algo decepcionado

No entendía porque su soulmate no lo quería, estaba triste, lo único que pedía era que él le diera amor, que le haga caricias e incluso que le hable bonito, pero no sé había ni siquiera molestado en darle de comer si él no se lo pedía

Le dolía en su pequeño pecho el hecho de que estaba siendo rechazado, era un dolor demasiado fuerte, como si lo estuvieran apuñalando allí mismo

Bajó su pequeña mirada hacía el suelo, comenzando a sollozar, preguntándose porque su soulmate lo rechazaba...

Lo único que podía esperar es ser llevado hacia su versión humana, que él lo rechace y luego... Desaparecer por siempre