Michael. Un joven de apenas 19 años que tras renunciar al control de su familia, escapó de su región para tener una nueva vida con el dinero que generó. Hasta que en una noche su vida tuvo un "Cambio Repentino"
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Michael: Sabes... No soy alguien que disfrute de la violencia, pero hay cosas que odió... Y eso es que interrumpan mi tranquilidad... Y aún más cuando tengo algo o alguien que me importa...
La voz de Michael escupía veneno, sujetando tan fuerte su bat en su mano, marcando las venas que se hinchaban, la pobre Floragato perdió todo el color de su rostro al mismo tiempo que sus orejas y cola decaian...
Era una sensación abrumadora, para aquel humano su mera existencia no era nada más que una plaga, y parece que el no llamaría al control Pokémon si portaba ese bat.
Michael no decidió y se acercó a la Floragato que lanzaba rasguños al aire intentando parecer amenazadora sin mucha eficiencia, hasta que algo abrazo la pierna de Michael lo cual lo distrajo.
Michael: ¿Eh?
Michael bajo la mirada saliendo de su trance observando como una somnoliento Serene se apoyaba en el mientras se tallaba sus ojitos al mismo tiempo que sostenía la almohada en su patita.
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Serene: *Bosteza* M-Maestro... ¿Que sucede?
Serene parpadeó hasta adaptarse a la luz, para fijarse en la Floragato en la esquina, una descarga paso por la mente de Serene antes de girar la cabeza observando a Michael con sus ojos carmesí de forma fulminante.
Michael: Serene, ella se metió en casa...
Serene ni siquiera parecía que lo escuchó antes de gruñir y darle una buena mordida al tobillo de Michael quien dejó escapar un chillido antes de caer al suelo moviendo la pierna intentando liberarse de Serene.
???: 😐
Michael: ¡Serene no me muerdas!
Serene: ¡Maestro malo! ¡Maestro malo! ¡¿Quien es ella?! ¡Dime!
Michael: ¡Se metió a casa, ella es aquella que....! Mmmmm ¡Es ella quien se robó el PUDÍN!
Serene se detuvo en seco antes de volver a ver a la Floragato que tenía nuevamente su bolsa con los comestibles que se acercaba lentamente a la ventana. Serene le quitaría una de las pantuflas a Michael antes de lanzarla con gran precisión a la Floragato que tropezó y rodo del sofá contra el piso a la cual su bolsa le cayó encima.
