I'm with you. [Drakey/omegaverse]

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Olvidé mencionar que tanto mi beta como yo estamos en al universidad, entonces las actualizaciones no serán semanales, sino siempre que se pueda, pero intentaré que no sean tan distantes unas de otras ;;

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【Mayo 3, 2010】

— ¿Qué haremos para el día de la madre? —Draken simplemente lanza la pregunta mientras se acuesta en la cama. Emma está en los brazos del omega siendo alimentada.

Mikey no deja de recordar cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que celebró esa fecha, su madre murió hace tanto y con ello sus ganas de hacer algo especial todos los años, después de todo, ¿para qué? No había motivo alguno.

—No tenía planeado hacer nada en realidad. —su pequeña está con él y eso es suficiente, le basta con pasar el día junto a ella.

—Es tu primer año como madre, deberíamos hacer algo. —porque piensa celebrar el día del padre a lo grande, es como presumir que tiene un pequeño ser que llena de luz sus días—. Nunca tuve una figura materna a quien festejarle eso, no estoy muy seguro de qué se hace.

—Es como un cumpleaños, ¿no? Regalos y tal vez alguna cena... La verdad es que nosotros no podíamos hacer eso, papá compraba algunas cosas que le gustaran a mamá para que nosotros se las diéramos, Shinichiro le preparaba un desayuno junto a nosotros, Emma también hacía la decoración y papá le ayudaba a ponerla, le dibujábamos tarjetas... Yo estoy bien con solo quedarme en casa, no tiene porqué ser algo especial.

—Como quieras entonces.

No es que no tuviera ganas de celebrarlo, es que tampoco tenía imaginación para pensar en ello y el recordar que su madre murió siendo tan joven... no es algo bonito en realidad. Además, seguro que cuando Emma creciera le emocionaría más la idea, pero de momento es una bebé, si salen a cenar no podrán llevarla y no quiere en realidad. Si está seguro de algo, es que desea estar con ella, con eso será feliz.

【Mayo 9, 2010】

—Buenos días... —las mañanas son lo peor que puede existir. Su pequeña de siete meses se niega a pasar toda la noche de corrido, los despierta menos que antes, pero aun así las dos o tres veces son suficiente para hacerlo dormir mal.

—Buenos días. —su abuelo deja un desayuno sobre la mesa y se acerca para sentarse—. Feliz día de la madre. —nunca esperó recibir esa felicitación con apenas 19 años.

—Gracias. —si hay algo que su abuelo cocina a la perfección y adora comerlo, son sus tartas, casi nunca lo hace por lo laborioso que es y ver el platillo sobre la mesa animó completamente su mañana. — ¡Eres el mejor, abuelo! —come alegremente—. ¿Sabes dónde está Kenchin? —despertó y no lo tenía al lado, es extraño que algo como eso ocurriera. Ni siquiera lo había felicitado o mínimo saludado.

—Ken salió desde temprano, dijo que tenía mucho trabajo.

—Ya veo... —no le dijo nada al respecto.

El llanto de Emma llama su atención y lo hace abandonar cualquier pensamiento contra el padre de ella. Iba a levantarse para poder atenderla, ni siquiera la había cargado ese día porque estaba profundamente dormida, pero su abuelo se le adelantó y fue a revisarla.

[...]

—Dime. —suele atender las llamadas más cordialmente, pero el sonido de su pequeña llorando al lado de su oído lo tiene algo estresado.

—Estoy afuera de la casa, necesito ir a comprar unas cosas, ¿me quieres acompañar?

—Kenchin, te diría que sí en cualquier otra circunstancia, pero Emma está muy inquieta hoy...

—Vamos. Te ayudaré a calmarla. Abrígala bien porque está algo frío. —sin dejarle responder, simplemente cortó la llamada.

—A veces tengo ganas de agredir a tu papá, mi amor.

[...]

Dormir a su hija no es una tarea tan sencilla, pero en esa ocasión parece como si el ritmo del auto hubiera ayudado, pues no es solo la bebé la que se quedó dormida. Draken no culpa a Mikey por ello. Tienen seis meses viviendo con Emma y el que pasa más tiempo con ella es el omega, la cuida, baña, alimenta, cambia y entretiene a lo largo del día, por lo menos en lo que logra comenzar a trabajar en el dōjō de la familia Sano. Es normal que se encuentre tan cansado, pese a que Mansaku y su persona tratan de ayudarle todo lo posible, hay labores que solo la madre puede hacer y él se encarga de cumplirlas a la perfección.

Tras aparcar el auto, con la mano aparta el cabello rubio del rostro de Mikey y acaricia suavemente la cien izquierda, movimiento suficiente para despertarle.

—Llegamos, bella durmiente —dice mientras se quita el cinturón y revisa por el retrovisor a su hija, está en un sueño muy profundo.

— ¿Dónde estamos? —puede estar recién despierto, pero está seguro de que lo que ve es una playa.

—Estaba pensando que teníamos mucho tiempo sin venir.

Desde pequeños tienen la costumbre de ir a la playa simplemente con la intención de ver el amanecer. Fue el lugar donde se hicieron la promesa de conquistar Japón y desde ese momento se volvió un lugar especial para ambos.

Para ese punto se cuestionan si lo hacían únicamente como amigos o si sus sentimientos los sobrepasaban y solo querían encubrir esas citas como "salidas de mejor amigos".

—Pero Emma... —no le molesta ir, sigue siendo un lugar importante para los dos, pero por sobre cualquier cosa está su hija y no la arriesgará de esa manera.

—Hablé con su pediatra, dijo que todo está bien, solo no hay que exponerla tanto al agua. Nos iremos temprano en la mañana, así que no te preocupes. Ella también es mi vida entera, Mikey, no la arriesgaría por un capricho nada más.

—Está bien. —confía en él.

Bajaron a su bebé del auto y la cubrieron bien con su manta para que el aire salado no la golpeara directamente. Mikey no sabe en qué momento Draken preparó todo, pero está agradecido por el gesto.

—He de decir que esto no es solo mío. —no le sorprende, alquilar una casa en la playa no es nada barato. Su persona aún no trabaja y todo el dinero del alfa va dirigido a los gastos de la bebé y algunos de su hogar—. Mitsuya y el resto pusieron dinero también, es un regalo de parte de todos.

—Les agradeceré después.

La cabaña es bastante agradable, no muy grande en realidad; tiene una cama matrimonial, una cuna de colecho, cocina, lo suficiente y necesario para los tres.

[...]

El padre de su hija se perdió por bastante rato, Mikey aprovechó ese tiempo para alimentar y cambiar el pañal de la bebé, también le puso ropa un poco más fresca. El alfa realmente pensó en todo.

Draken aparece luego de un rato e insiste en que deje a su hija en la cuna, después de todo no ha pasado tanto tiempo desde que se quedó dormida. Algo inseguro, le hace caso. Pone las almohadas de ambos en el lado de la camita que no tiene barandal y el de cabello negro pone un intercomunicador de bebé, para que puedan escuchar si Emma llora.

—Estás medio sospechoso, ¿no? —ni siquiera le deja caminar sin taparle los ojos.

—Yo sé que no querías nada por el día de la madre, pero seguía con la idea de hacer algo.

—Sí, me di cuenta.

—No es mucho. —le quita las manos de los ojos. Hay una tela traslucida que cae hasta el suelo, con la intensión de impedir el paso de la arena. Draken le toma la mano y camina junto a él, dentro de esa especie de carpa hay una canasta de picnic y unas botellas con lo que parece vino o sidra, probablemente lo segundo, porque con lo sobreprotector que es la persona que ama, no lo dejará tomar una sola gota de alcohol—. Pensé que tal vez algo no tan elaborado sería suficiente, por lo menos en lo que te acostumbras a celebrarlo.

—Supongo que ahora te debo algo por el día del padre. —Mikey decide sentarse y el alfa le sigue. Los dos están consciente de que sus manos siguen enlazadas, pero ninguno tiene la intención de romper el agarre.