06

26 9 8
                                    

Axel Howlad:

Abrí los ojos poco a poco para que se fueran acostumbrando a la luz matutina.

¿Cuánto había dormido?.

Intente moverme pero unas manos que se aferraban a mi cintura como si su vida dependiera de ello no me dejaron.

Baje mi vista hacia mi cintura, eran las manos de Rai. ¿En qué momento habíamos llegado a esta posición?. Mi espalda en su pecho, sus manos en mi cintura y su cara en mi hombro.

No me era incómodo, al contrario, se sentía bien. Me daba paz de alguna manera.

Nunca fui cercano a Rai, de hecho estaba empezando a serlo desde hace poco tiempo. Siempre me pedía ayuda con los exámenes de inglés o con otras materias en las que no era muy bueno, por eso era que ahora nos llevábamos relativamente bien. O eso quería pensar.

Mi mente estaba repasando todo el día de ayer pero se estanco en una frase.

"Porque no asististe a clases, nos preocupamos".

Espera un momento. ¿No que ayer no habían clases?, O Janeth me mintió?. Existía la posibilidad de que sería la segunda opción, era muy mentirosilla, seguramente dijo que no habían para que no me sintiera mal por no haber ido a clases o algo así.

Mire la hora de el reloj que tenía en la mesita de noche. 4:50 AM Aún no era la hora para levantarme y alistarme para el colegio.

Volví a cerrar los ojos y una frase volvió a llegar a mi:

"Descansa, lindo".

Fue lo último que escuche antes de quedarme dormido el día anterior, y la voz que lo había dicho era la de Rai o eso pienso.

«Tal vez solo estabas alucinando por la fiebre»

Si, seguramente era la fiebre.

Me voltee con cuidado de no despertar a Rai y quedé totalmente boca arriba. Gire la cabeza para poder mirarlo con claridad.

En ese momento recordé todo lo que había detallado de él.

Era alto, aproximadamente 1.80. Su piel era blanca, casi pálida, cabello castaño con algunos mechones rubios debido a algún tinte, era una especie mechas pero solo en algunas partes, no en todo su cabello. Ojos color miel y un tanto amarillentos. Sus facciones eran marcadas y su cuerpo bien trabajado. También tenía alguna que otra peca en sus mejillas, pómulos y parte de su fina nariz. Eran unas dos o tres en esas áreas y muy pequeñas pero se alcanzaban a notar.

Era lindo, eso debía admitirlo, creo que en algún momento llegó a gustarme.

Estaba tan sumido admirandolo mientras dormia, que no escuché el sonido de mi alarma. Ah si, la alarma. Debía levantarme y despertar a Rai, ambos debíamos ir a clases. Si no había traído ropa ya le prestaría yo alguna que me quedara grande.

Subí mis manos hasta sus hombro y lo moví ligeramente.

— Rai — Le llame en un tono bajo — Rai despierta.

Se removió un poco y sus manos me pegaron más a su cuerpo — Más de lo que ya estaba— Ignore eso y seguí moviendolo para intentar despertarlo.

— Rai, despiértate, debemos ir a clases.

— 5 minutos más — Balbuceo aún adormilado y escondió su cara en mi cuello — Solo 5 minutos más.

Si no estaba rojo por el hecho de que nuestros cuerpos estuvieran demasiado juntos, ahora seguramente si lo estaba por la acción que hizo.

Mi Nuevo Amor [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora