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Axel Howlad:

¿Me gustaba?.

¿Me atraía?.

¿Lo veía cómo un amigo?.

¿Qué era para mí?.

Esas preguntas rondaban por mi mente todo el día.

Estaba confundido. Cada beso, cada caricia, venía acompañada de sentimiento por parte de él y de mi parte también pero no sabía que era ese sentimiento exactamente.

¿Era amor o atracción?.

«Es amor».

Tal vez.

Debía hablar con Elay, ella sabría que decirme.

Volviendo al presente, ya habían traído la pizza que pidieron y también unas bebidas energéticas, eran adictos a ellas.

No me había movido de mi puesto — De las piernas de Rai, mejor dicho — Y ninguno quería levantarse a comer en la cocina así que comimos directamente en la sala. Aunque corríamos el riesgo de que mi abuela bajara, nos viera comiendo y nos tirará un zapato en la cabeza pero correríamos el riesgo por flojos.

Escogieron una película de terror. Vamos mal, sabían que no me gustaban y aún así se pasaron mi opinión por el culo. Que malos amigos eran.

Obviamente, les di un golpesito para que se les movieran las neuronas y a la próxima pensaran en mi.

Solo tenía dos opciones: a) Dormirme para no ver la película, b) Ver la película pero agarrarme de alguien.

Creo que me iría por la B, y mi víctima iba a ser nada más y nada menos que Rai porque se opuso a que me sentará con alguien más.

Ahora estaba abrazado a él, con mis piernas a cada lado de sus caderas y con el rostro escondido en su cuello. Dios, si Janeth quería que esto pasará, lo consiguió. La iba a matar cuando terminara la película.

No quería estar ahí, quería mi habitación con mis caricaturas, a Rai a mi lado y a mi peluche.

— Let it end now please, let it end — Susurre más para mi que para los chicos.

Cuando sabes varios idiomas se te cruzan los cables y te sale hablar en otro idioma. En mi caso, en inglés. A veces también francés o alemán pero ese no es punto.

Sentí que el pecho de Rai vibró y luego escuche una risa suave de su parte.

— ¿Qué es tan gracioso? — Me separé un poco de él, lo suficiente para verlo a los ojos — ¿Quieres contarme el chiste?.

Apretó los labios en una fina línea. Estaba conteniendo la risa.

— Lo gracioso es que te olvidaste de tu idioma materno — Hablo bajito para que solo yo pudiera escucharlo.

— Ja, Ja que gracioso — Susurre cerca de su oído — Te recuerdo que el inglés es como mi idioma materno.

Mentira no era. La gran mayoría de el tiempo la había pasado fuera de este pueblo mal llamado Rideron, de hecho la gran mayoría de mi niñez la pasé viajando a otros países, claro, cuando mis padres querían. Entre ellos Estados Unidos. Y por ello, aprendí el idioma como si fuera mi idioma materno.

— Gringo.

— No, bilingüe, ese es el término correcto.

Volvió a reír pero está vez lo hizo por lo bajo.

Me removí un poco acomodandome, los huesos de sus piernas me estaban molestando mucho. Se aclaró la garganta y me tomo de la cintura.

— No te muevas tanto, recuerda que estás sobre mis piernas — Hablo con un tono ronco y necesitado.

Mi Nuevo Amor [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora