"Una noche se detuvo el tiempo.
Esa noche se detuvo mi vida.
Y nada ni nadie me cambiaría"
Palabras de Rossete con los que despierta cada mañana. Con el pozo sin fondo en su mirada. Cuidadosa y cerrada ante las emociones que perdió y jamás recuperar...
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2006
Aburrida....
El vidrio de la ventana subía y bajaba por la acción de la joven al presionar los botones, la brisa levantaba un poco su flequillo sin importarle que terminara despeinada
-¿Hablaste con tu padre anoche?- pregunta la mujer al volante
-No-
-Quiere asegurar cuantos invitados serán aproximadamente para que la comida sea precisa-
-Mamá si no hable con el es porque no quiero ninguna fiesta-
-Un cumpleaños esta para celebrarlo cariño, para que pases un momento agradable con tus amigos-
Como si tuviera
-Paso-
La joven rueda los ojos sin dar crédito a su madre
-Rose, ya han pasado 5 años y-
-Y será lo mismo, sin ninguna fiesta. Gracias mamá- termina por ponerse sus audífonos y subir el volumen de sus canciones
La mayor solo veía por el retrovisor a su hija, hace una mueca de preocupación, algo que se empezaría a marcar en su rostro si tan solo su primogénita no se cerrará con su propia madre.
Aparcan a una esquina de su instituto, Rose toma su mochila para ingresar.
-¡Te amo cariño!- dice su madre, lo cual la peliblanca en respuesta se despide con la mano.
Al cambiarse los zapatos, aun siendo temprano iba a matar el tiempo en el gimnasio, usualmente solía hacerlo hasta que la campana de inicio de clase sonará, nadie iba al gimnasio hasta entonces
Deja su mochila a un lado, y empezó a calentar con estiramientos que para su ventaja al usar falda no corria el riesgo que si se levantara nada se vería porque tenia puesto unas mallas. Terminando estos, toma un balón de basketball y lo lanza encestando a la primera.
El sonido de los tenis rechinando en el piso, la pelota golpeando sin parar 3ran lo único que se escuchaba lo más probable en toda la escuela.
Que tranquilidad...
No hay nadie
Quisiera que así fueran todos los días de mi vida
"Ya han pasado 5 años..."
Lo se.
1829 días, 8796 horas, 518.400 minutos...
La joven lanza la pelota sin dar a encestar. Transpiraba y se sostuvo de sus rodillas para regular su respiración. No sabia en qué momento había jugado tanto hasta llegar a ese punto.
No debo ser tan descuidad
Eso es lo que dice papá
Si supiera que con lo único que jamás me descuidaria sería que la trajeran de vuelta...
