⠀⠀⠀ ͏͏͏͏͏͏ ͏͏͏͏͏͏ ͏͏͏͏͏͏ ͏͏͏͏͏͏ ͏͏͏͏͏͏⠀❪ rodrivan ❫⠀. . .
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Rodrigo, un chico solitario de segundo grado en una escuela para hombres, sin necesidades de amigos o parejas, en su vida era sufic...
Su vista se dirigió a la voz de Alexis ignorando totalmente al chico que todavía lo sujetaba de los hombros.
⏤¿Pasa alg-
El sonido de la puerta intentando ser abierta interrumpió al rubio⏤. Mierda... No abre...⏤ se escuchó un murmuro de Rubén al otro lado de la puerta. El chico que lo tenía de los hombros lo soltó y se acercó a la puerta.
Sintió como Luzu lo tomaba de la muñeca y lo colocaba de tras de él y Alexis.
¿Cuando llegó Luzu?
⏤¡Hey, Rubén!⏤ Gritó en forma de saludo el chico que se encontraba ahora de espaldas.
⏤¡Pero si es mi Le-
Mierda.
Rubén lo vió.
⏤¿Qué hace aquí la pequeña flor?⏤ se acercó y los otros dos sintieron como eran tomados de la camiseta con fuerza por el menor de todos.
⏤Vamos Rubén, déjalo⏤ Habló Luzu.
⏤¿Saben que? lo haré, solo por que están ustedes. dijo con una sonrisa a los mayores⏤. Pero...⏤ lo miró⏤. Cuando estés solo como siempre, ten por seguro que te voy a molestar hasta que te orines.
⏤Aquí está tú mochila⏤ dijo el chico delgado que venía con él.
⏤Entonces vámonos, Samuel.
Tomó la mochila y salió, pero el otro chico solo se quedó viéndolo, haciendo contacto visual, su mirada reflejaba lástima.
⏤¡Sam!⏤ se escuchó el grito de Rubén.
Rompieron el contacto y todo quedó en silencio cuando salió del aula.
⏤¿Qué mierda acaba de pasar?⏤ El silencio se vió interrumpido por el chico que lo detuvo.
Rodrigo dirigió su mirada hacia aquel joven, recordando su voz suave por aquella vez que chocó con él en la tienda.
¿Es real?
Mierda, era hermoso, su cabello se miraba suave, sus ojos oscuros y profundos, sus brazos bien ejercitados y con las venas algo resaltadas dándole un toque sensual, sus piernas largas y algo gruesas, ya que era notorio que las ejercitaba si usaba ese pantalón ajustado, pero lo que más le llamó la atención a Rodrigo fueron sus labios. Tan perfectos, delineados y con algo de brillo, lucían tan apetecibles. Y jamás había besado a alguien, había practicado con su almohada pero dudaba que fuera lo mismo.
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Iván quedó helado al ver al chico que tenía enfrente. Después de todo si existen las segundas oportunidades... Era el mismo chico que había chocado con él aquel día en el mercado.
¿Como no lo reconoció a la primera? ¡Incluso se encontraron de la misma manera!
Aquel chico delgado que lucía indefenso ante todo, le daban ganas de cuidarlo.
