EL VAQUERO (Libro I)

CAPITULO 5

Taehyung supo casi instantáneamente que no estaba sólo en la cama cuando se despertó. Le llevó un momento más largo antes de recordar exactamente quien estaba con él. Sonriendo cuando recordó las actividades de la noche anterior, Taehyung rodó para mirar a su amante dormido.

Estaba bastante seguro de que Seokjin no sólo era el hombre más fantástico que había visto nunca sino el mejor con el que se había acostado. No parecía que hubiera nada en lo que no estaba metido. Y no parecía importarle dejarlo jugar todo lo que quisiera.

Taehyung rio suavemente cuando notó las esposas de metal todavía atadas a una de las muñecas de Seokjin. Descubrir que a Seokjin le gustaba ser sujetado durante el sexo había sido divertido. Poner ese conocimiento en práctica había sido alucinante.

Taehyung no sabía que lo había poseído, pero sintió la necesidad de inclinarse y besar la frente de Seokjin. Lo hizo y luego rápidamente salió de la cama, sintiéndose como un tonto.

Agarró sus jeans del suelo y se los subió por las piernas, dejando un par de botones de arriba desabrochados. Empezó a ir hacia la puerta, riendo suavemente para sí mismo cuando tropezó con las botas. Seokjin seguro que tenía algo por los cowboys. Taehyung estaba contento de haber podido alojar al tipo. No podía esperar para ver su reacción cuando sacara sus zahones de cuero.

Taehyung se detuvo cuando cerró la puerta del baño silenciosamente detrás de él y se apoyó contra la pared. Quizá no debería tener pensamientos como ese. Seokjin nunca prometió que sería algo más de un rollo de una noche, sin importar cuando quería Taehyung que fuera de otra manera.

No había conocido a nadie en mucho tiempo que lo atrajera tanto como Seokjin, y no era sólo sexo, aunque eso era totalmente caliente. Seokjin había sacudido su mundo en más de una manera la noche anterior y quería más. Quería que se quedara de modo que pudieran ver si podrían tener algo juntos. Era bastante fácil que el hombre te gustara, tenía un perverso sentido del humor, un agudo ingenio y un sexy acento, todo lo cual volvía loco a Taehyung. Quería explorar eso más, no observar a Seokjin alejarse en su moto.

—Haces mucho ruido, ¿lo sabes?

Taehyung saltó y se giró para ver a su hermano menor Jungkook, inclinado contra la pared que llevaba a la cocina. Taehyung cerró sus ojos un momento, su rostro ardiendo ante las palabras de su hermano. Estaba tan avergonzado.

—Jungkook, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó cuándo abrió los ojos y caminó hacia él. Necesitaba llegar a la cocina y una taza de café. Todavía no había tenido suficiente cafeína para tratar con su hermano menor.

—Dormí en el sofá anoche. Tú y tu amigo ni siquiera me vieron cuando entraron. —Jungkook rio, luego le dio un sorbo a su café en la taza y extendió sus manos. —Parecían un poco ocupados, de modo que decidí dejarte.

—¿Y por qué no dormiste en tu propia cama?

—Ma está enfadada conmigo.

—¿Otra vez?

Taehyung amaba a sus hermanos, a todos ellos, pero siendo el mayor, a veces se le hacía un poco duro que le agradaran. Jungkook era uno de los peores, era el hermano alborotador. Había estado metiéndose en problemas desde que podía gatear. Parecía que no había parado cuando creció tampoco. Quizá sentía la necesidad de hacer algo porque era el hijo del medio. Taehyung se puso una taza de café para sí mismo luego se apoyó contra la encimera, dándole al caliente líquido varios sorbos. Cuando tuvo suficiente cafeína en su circulación, miró a su hermano.

—Entonces, ¿qué hiciste esta vez?

Jungkook se encogió. —Realmente nada.

—Jungkook.