Si una bestia es arrinconada, hará lo necesario para sobrevivir.
Sin embargo...si a un alfa...lo amenazas con su manada...este te perseguirá hasta el infierno de ser necesario...
Puesto que el es el líder, nadie se mete con los suyos...y no necesita...
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(Narrador)
Midoriya suspiró... Ya no sabía cuántas veces lo había hecho hecho en la última media hora.
Se encuentra caminando junto a su novio, ambos estaban planeando ir a la casa de ella no solo para anunciar a Inko que ya son pareja, si no para poder pasar un rato juntos.
Bakugo no estaba de acuerdo con la idea de revelar su relación a sus padres, sobre todo a su vieja bruja, pero Midoriya si estaba de acuerdo en revelar su relación.
Pero está última estaba teniendo un grave conflicto, este día fue uno bastante agitado no solo por el ejercicio de hoy si no por todo lo que pasó entre ella y Hakami.
Su seño se frunció una vez mas cuando recordó lo que casi hacia en la enfermeria, ¿besar a Hakami? ¿simplemente que demonios estaba pensando...?
Intentó distraer su mente pensando en otras cosas, intentó recordar las clases del día o también intentó planear alguna contramedida para el uso completo de su quirk. Esa idea hizo que Midoriya evitara pensar en Hakami y vaya que funcionó ya que en todo el camino a su hogar no volvió a pensar en su antiguo amigo.
Incluso ignorando a su novio quien no dejaba de hablaba, sin saber que su novia lo ignoraba olímpicamente, su ego simplemente no le dejaba ver que nadie lo estaba escuchando de verdad.
Cuando llegaron a la residencia Midoriya, Bakugo no esperó ninguna invitación o incluso el permiso de su novia, ni siquiera se molestó en esperar a que Midoriya avisara que había llegado. Inko estaba ocupada en la cocina así que no se dio cuenta de su invitado especial.
-¡M-mamá ya llegué!
Cuando escuchó a su hija hablar y anunciar su llegada Inko dejó lo que estaba haciendo para saludarla con una enorme sonrisa como siempre lo hacía. Cuándo dobló la esquina esperaba ver a su hija de pie frente a la puerta...
No se esperaba ver la figura de Bakugo parado como si fuera el dueño de la casa esperando que alguien fuera a recibirlo con un gran abrazo.
Pero eso no le molestó a la mujer, ya sabía cómo era la actitud del chico explosivo y sabía bien que su personalidad coincidía bastante con su quirk, pero lo que no lograba entender era la razón por la que estaba aquí.
No hay que mal entender las cosas, estaba feliz de que su hija trajera amigos a la casa, aparte de Hakami, así que no le haría el mal visto a otro amigo suyo sobre todo a uno de la infancia.
-Oh, hola Katsuki-kun, que sorpresa que hayas visitado ven pasa, ponte cómodo.
